Como en la mayoría de las empresas hortofrutícolas, la Covid-19 en Giropoma comenzó con una demanda por encima de la media habitual, incremento que no supuso ninguna falta de desabastecimiento, y una vez más el trabajo y la profesionalización del sector ha mostrado la gran fortaleza que tiene.
Las heladas en Europa van a provocar una menor oferta de manzana esta campaña
“Tras estas primeras semanas de incertidumbre el consumo se normalizó” afirma Alex Creixell, gerente de Giropoma. La manzana, según datos del Ministerio de Agricultura, fue una de las frutas que más se demandaron durante los meses de marzo y abril. El propio Llorenç Frigola, presidente del Consejo Regulador de la IGP Poma de Girona, comentó: “aunque se ha incrementado de forma notoria la demanda, nuestros productores cuentan con volumen de manzana suficiente para cubrirla sin problemas”. También Afrucat cifró el crecimiento entre un 50 y un 100% en función de la tipología y la variedad.
En esta línea, Giropoma, desde el primer momento, siguió las medidas sanitarias indicadas por el Gobierno en materia de prevención, limitando el acceso de las personas ajenas a la empresa, implantando diferentes turnos de trabajo ante un posible contagio y asegurando la distancia entre trabajadores. Ante este contexto de la Covid-19, los productores catalanes han lanzado mensajes para abogar por un consumo de proximidad a la hora de comprar y también por un compromiso social para minimizar el número de posibles contagios.
El sector teme, sin embargo, que esta alta demanda de manzana pueda provocar una caída de los precios en las marcas, puesto que se podría haber asociado más al consumo de productos saludables frente al coronavirus, que a una selección de tipo de producto.
Campaña 2020
Respecto a la campaña, las predicciones son inferiores respecto a 2019, pues se espera una reducción de la producción de en torno al 20%, como nos comenta Alex Creixell. Este hecho se debe a que durante la floración se produjeron diferentes episodios de frío y lluvia que han provocado un mal cuajado de la fruta con la consiguiente disminución de la producción.
Comparado con el mercado europeo, la tendencia es similar, puesto que en las principales zonas de producción las heladas acaecidas han propiciado malas condiciones de polinización, que van a mermar las cantidades que finalmente se recolecten, “esto puede ser positivo para el sector, revalorizarán nuestras manzanas de proximidad frente a las europeas, ante una disminución de la oferta de estos países” concluye Creixell.