Entrevista a Carlos Carrascosa Ferrandis, gerente de Viveros Sevilla.
La campaña 2020/2021 de cítricos registró una demanda más moderada tras el boom producido durante el inicio del COVID-19. ¿Cuál es su balance?
La campaña 2019/2020 estuvo marcada por el comienzo de la pandemia y el aumento del consumo de cítricos por su alto contenido en vitamina C y sus beneficios para la salud. La temporada 2020/21 la señalaría como positiva también; aunque no se cumplieran las expectativas de conseguir el mismo resultado que la anterior, los precios se situaron por encima de las cinco últimas campañas. Además, los efectos de la pandemia se han dejado notar, manteniendo un nivel de demanda importante, marcada por los nuevos hábitos de vida y de consumo.
Los precios en campo sufrieron altibajos, muy elevados durante las primeras semanas y, posteriormente, en noviembre y diciembre, bajaron, lo que evidencia la concentración de la producción en estos meses, para después recuperarse en enero.
A nivel varietal se registra un solapamiento. ¿Cómo trabajan para contrarrestarlo?
Efectivamente, esa concentración de producción en los meses de noviembre y diciembre pone de manifiesto que el sector debería organizarse mejor y consensuar la producción y el calendario comercial de variedades de forma escalonada. El productor sabe que debe salirse de esos periodos de sobreoferta y cotizaciones bajas, pero el proceso es muy lento, salvo cuando se hace con ayudas públicas. No se trata tampoco de disponer de variedades excelentes, que es obvio, sino de controlar la oferta.
Parece que a nivel de nuevas variedades no se presentan muchas novedades, ¿cree que sería interesante para el sector una mayor renovación?
El que no se presenten muchas variedades no significa que no se esté apostando por la innovación. Son muchas instituciones, tanto públicas como privadas, las que dedican recursos para intentar conseguir genotipos que aporten valor. Todos ellos, cientos de miles, se evalúan año tras año, pero no es fácil conseguir una variedad top.
En la innovación se busca de todo: variedades sin semillas, época de maduración tanto extra temprana como tardía, resistencia a estrés biótico y abiótico, elevada calidad organoléptica, etc., con el objetivo de mejorar lo existente.
“El productor sabe que debe salirse de esos periodos de sobreoferta y cotizaciones bajas, pero el proceso es muy lento”
¿En qué medida está afectando el cotonet al cultivo?
No cabe duda de que el cotonet es un grave problema para el sector, al igual que no cabe duda de que las herramientas usadas hasta la fecha no han funcionado de forma eficaz para su control. De ahí que se haya propuesto un conjunto de acciones y se le dé una respuesta más integral para el control de esta plaga a través de productos fitosanitarios alternativos, organismos de control biológico y métodos biotecnológicos de control poblacional mediante la feromona de la plaga.
Así, el Ministerio de Agricultura ha permitido recientemente la realización de tratamientos insecticidas de emergencia con Metil-Clorpirifos a unas 2.200 hectáreas que cumplían los requisitos, y la liberación del depredador Cryptolaemus montrouzieri en su línea de control biológico, que se suma a la que ya se hizo del parasitoide Anagyrus aberiae.
Esta plaga se ha convertido en los últimos tiempos en una de las principales preocupaciones para los citricultores valencianos, sobre todo de las comarcas del norte de Valencia y del sur de Castellón.