Fuentes de Asaja Alicante han explicado que la actual campaña de cítricos ha arrancado muy condicionada por el final de la anterior, en la que alrededor del 30 % de las naranjas se quedaron sin recoger ante la imposibilidad de comercializarlas.
La climatología adversa y la falta de recogida de parte de la cosecha han causado que la variedad de limones verna sea la más afectada, con una reducción del 50 % de la producción, con una cosecha de 50.000 toneladas frente a las 100.000 de una campaña normal.
Por su parte, el limón fino también experimenta una reducción del 15 % y la organización agraria sitúa la disminución más relevante en las naranjas tardías «lane late» y «powell», con pérdidas de cosecha situadas en un 30 %.
A pesar de este desabastecimiento, la entidad ha asegurado que existe una gran demanda de cítricos, ya que «al encarecerse tanto el transporte marítimo, los proveedores europeos se han retirado voluntariamente del mercado de forma anticipada, durante el verano, por no poder cubrir los costes de los precios de venta que cotizaban en Europa», según el presidente de Asaja Alicante y productor de limones de la Vega Baja, José Vicente Andreu.
De acuerdo a sus datos, Argentina dejó de enviar limón a principios de agosto y Sudáfrica hizo lo mismo con las naranjas que, por estar obligados a cumplir con el tratamiento en frío y asumir el alto coste del trasporte, optó por enviar su producto a Asia.
En cuanto a los precios percibidos por los agricultores, Andreu ha celebrado que el limón se está vendiendo a buen ritmo en el campo, con precios que oscilan entre 0,35 y 0,40 euros por kilo mientras que en cuanto a las mandarinas, las clemenules registran una subida de precio en origen del 30 % respecto al año anterior, y las variedades más precoces como las oronules empezaron a venderse sobre 0,55 euros, con una tendencia al alza hasta los 0,70.
«En la naranja el mercado está menos activo, pero frente los 0,15 del año anterior, la navelina se está cotizando a 0,25- 0,30 euros el kilo, en función de la calidad y precocidad», ha añadido.
Para la organización agraria, «en España no existe un exceso de producción de cítricos sino un exceso de importación de otros países, con quienes tenemos que competir en inferioridad de condiciones porque incumplen la normativa y por su mano de obra tan barata».
«Cuando vienen mal las cosas, como en la pandemia, o crisis globales como la que estamos viviendo con el precio de la energía y la guerra de Ucrania, son los agricultores nacionales, los de cerca, los de siempre, los que garantizan el suministro alimentario a la sociedad española y europea», ha recordado el presidente de Asaja Alicante.