El aspecto más positivo ha sido la excepcional calidad
Este es el análisis inicial de una campaña de berries, repleta de sinsabores tanto en el cultivo como en la comercialización. El sector continúa trabajando para superarlos y que no caigan en saco roto inversiones tan importantes como la que se ha realizado en arándanos.
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La campaña de berries 2018/2019 ha presentado buenos resultados en general, pese a algunas adversidades que se han registrado a lo largo del ejercicio.
En primer lugar, ha habido una tasa elevada de mortandad de plantas de fresa, especialmente de la variedad Fortuna, como sostienen desde el sector. Por otra parte, en este mismo cultivo, se ha dado un retraso en la recolección, provocando posteriormente puntas de producción que han derivado en un descenso de los precios medios en comparación con la campaña anterior. Esto ha ocasionado un ritmo de producción distinto al que estaban acostumbrados. Y a nivel de precios, sostienen desde Onubafruit, han sido de “hasta 20 y 30 céntimos menos”. Además, al final de la campaña, el calor adelantó las producciones en origen, perjudicando a la oferta española. Sin embargo, el balance final que realizan los operadores del sector es de “una campaña normal y decente”. Un aspecto en el que sí han coincidido todos es en que la calidad de la fruta ha sido excelente.
En frambuesa, se ha producido un descenso de las cotizaciones inesperado al apostar todos para un periodo en el que el año pasado se registraro buenos precios. “Deberíamos tener una mayor visión de futuro”, nos comenta el gerente de Surberry.
El arándano, por su parte, no está resultando rentable por una falta de planificación en la oferta con variedades cuya producción se acumula en el mismo periodo hundiendo los precios, y porque “la oferta supera a la demanda”.
En general, el sector de los frutos rojos es cada vez más complejo por múltiples factores como la presencia y crecimiento de nuevos países competidores, la excesiva y cada vez mayor regulación burocrática, los gustos cambiantes de los consumidores… Es por ello que las empresas deben redoblar sus esfuerzos para seguir siendo competitivas en los mercados.
A esto se suma la tendencia por lo sostenible, que obliga a renovarse a nivel de cultivo y envasado, aspectos en los que se está trabajando a fondo con nuevos sistemas y presentaciones. Además, el sector aprovecha otras corrientes favorables como la alimentación saludable, para poner en valor el valor nutricional de sus productos con acciones de comunicación y promoción.
Demasiados frentes para un sector que peca de una falta de planificación en la oferta de forma sistemática, que al final es la que regula en su mayor parte el comportamiento del mercado. Puntos de encuentro como el Congreso de Frutos Rojos de Huelva que se celebra los días 19 y 20 de junio en la capital onubense abordarán estos y otros desafíos para poder seguir profesionalizándose en un sector que factura en exportaciones más de 900 millones de euros cada campaña.