Según Pierre Lemarquier, Director de Operaciones de Pouey International “estamos además iniciando la campaña de Navidad, que va a poner a prueba a todos los agentes de la cadena alimentaria, tensionando sobre todo la parte logística y de producción al incrementarse la demanda de determinados productos”.
En este periodo, las grandes cadenas alimentarias y tiendas multiplican sus pedidos y las industrias de producción y transformación alimentaria tienen que aumentar su producción con lo que esta situación conlleva.
“Los proveedores alimentarios han aguantado la crisis hasta ahora pero no van a poder aguantar impagos en los próximos meses”, señala Lemarquier.
Lemarquier explica que “estas industrias tienen que contratar más personal y aumentar sus compras de materia prima con un aumento de los costes”. Además, explica que “muchas compañías de este sector se encuentran en la situación de tener que pagar ahora los impuestos de IVA e IRPF de trimestres pasados que se habían aplazado por la pandemia, con lo que pueden aumentar los problemas de tesorería como consecuencia de una actividad en 2020 muy por debajo de la esperada hasta la fecha”.
Este incremento de los costes muchas veces no se ve compensado por un aumento de los ingresos. “Los retailers y las tiendas pagan a sus proveedores alimentarios con plazos que van de los 60 a 90 días y muchas veces se producen retrasos en los mismos o impagos”.
Así, con la campaña navideña encima, los fabricantes y mayoristas alimentarios deben elegir bien con que cadenas de distribución y tiendas van a trabajar y disponer de una garantía financiera (seguro de crédito) que cubra los impagos.