Disminuye un 22% el consumo de sandía
A cierre del año móvil abril de 2023, se ha observado una reducción del 6,1% en la compra de productos de alimentación en los hogares españoles. Sin embargo, a pesar de esta disminución en la cantidad adquirida, el valor de las compras ha experimentado un crecimiento del 4,5% debido al incremento del precio medio en un 11,3%.
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Así, el sector cárnico ha sufrido un retroceso del 7,4% en las compras totales, afectando a todos sus segmentos. La carne fresca ha experimentado una reducción del 7,9%, mientras que la carne congelada ha disminuido en un 10,6% y la carne transformada en un 5,5%. La demanda de carne fresca se ha visto especialmente afectada, con una caída destacada en carne de conejo (21,9%), vacuno (13,6%) y ovino/caprino (12,7%). El consumo de carne fresca de pollo y cerdo también ha disminuido en los hogares españoles, aunque a un ritmo inferior (4,2% y 6,8% respectivamente).
El sector pesquero ha experimentado un retroceso del 12,2% en las compras totales. Esta contracción se ha reflejado en todos los segmentos, con una disminución del 11,3% en la demanda de pescados, del 15,2% en mariscos/moluscos/crustáceos y del 10,4% en conservas de pescados y moluscos, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Cambios en otros alimentos básicos
En cuanto a otros alimentos básicos, se ha registrado una reducción en las compras de azúcar, legumbres y pan (14,6%, 6,5% y 5,6% respectivamente). Sin embargo, el consumo de huevos se ha mantenido ligeramente superior en un 0,4% en comparación con el año anterior.
La demanda doméstica de aceite ha disminuido en un 13,8% en volumen. Esto se debe a un menor consumo tanto de aceites de oliva (11,9%) como de aceite de girasol (15,7%). A pesar de esta caída en las compras, el sector ha logrado aumentar sus ingresos en un 12,9% en comparación con el periodo anterior, gracias a un aumento del 31,0% en el precio medio.
Los productos frescos también han perdido peso en los hogares españoles. La compra de patatas ha disminuido un 7,2% y la de hortalizas ha caído un 9,7%, especialmente en el caso de judías verdes, pimientos y coles (16,1%, 14,1% y 10,1% respectivamente). Además, los hogares han reducido un 9,2% la compra de frutas frescas, con retrocesos destacados en sandía (22,0%), cereza (18,0%), melocotón (16,2%) y melón (15,5%). Incluso tipos de frutas frescas que suelen tener una presencia mayoritaria, como plátanos (7,6%) y manzanas (2,7%), también han experimentado una disminución en su consumo.
Durante los últimos 12 meses, los hogares españoles no han aumentado la compra de bebidas para el hogar. El consumo de vino ha disminuido en un 9,4% en volumen, afectando tanto a los tipos de vino con DOP+IGP (12,1%) como a los sin DOP/IGP (5,4%). Las sidras y cervezas también han experimentado una reducción en su consumo, con disminuciones del 17,7% y 5% respectivamente. La compra de agua de bebidas envasadas se ha mantenido estable, pero ha decrecido la compra de gaseosas y bebidas refrescantes en un 2,4%. Por último, las bebidas espirituosas también han visto una disminución en su consumo en un 5,0%.
De este modo, los hogares españoles han experimentado cambios significativos en sus patrones de compra de alimentos a cierre del año móvil abril de 2023. Se ha observado una disminución en la compra de productos de alimentación en general, pero un aumento en el valor debido al incremento del precio medio. Sectores como el cárnico, pesquero, lácteo y otros alimentos básicos han sufrido retrocesos en sus compras, mientras que los productos frescos y las bebidas también han visto reducciones en su consumo. Estos cambios reflejan una evolución en las preferencias y hábitos de consumo de los hogares españoles, que pueden estar influenciados por factores económicos, salud y sostenibilidad, entre otros.
Fuente: Financial Food