Ahora se abre un plazo de cinco días hábiles, que expirará el próximo lunes, para que las sociedades rectoras, o, en su caso, las entidades que actúen por cuenta de la sociedad controlada por Mikhail Fridman comuniquen a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el número total de valores comprendidos en las declaraciones de aceptación presentadas.
Una vez conocido por el organismo supervisor el total de aceptaciones, éste comunicará en el plazo de 2 días hábiles a las sociedades rectoras de las Bolsas de Valores en que estén admitidos a negociación los valores y, en su caso, a la sociedad de Bolsas, al oferente (LetterOne) y a la sociedad afectada el resultado positivo o negativo, según se haya alcanzado o no el número mínimo de valores señalados en la oferta y se hayan cumplido o no las condiciones establecidas para la eficacia de la misma, según recoge la Ley de OPAs.
Dia presentará sus resultados trimestrales una semana después de que CNMV allanara el camino de la OPA, al eliminar el nivel mínimo de aceptación, y considerar equitativo el precio de 0,67 euros ofrecido por LetterOne. La sociedad controlada por el inversor ruso presentó el pasado 30 de abril una modificación en las condiciones de su OPA sobre Dia para rebajar del 35,49% al 20,999% el requisito mínimo de aceptación del capital de su oferta, que posteriormente decidió eliminar completamente.
Por su parte, el consejo de administración de Dia respaldó por unanimidad la OPA modificada de LetterOne al considerar que la eliminación del nivel mínimo de aceptación favorece la eventual puesta en práctica de los planes de recapitalización de la compañía.
Dia prevé pérdidas netas de entre 140 y 150 millones de euros en el primer trimestre del año, frente al resultado negativo de 16,3 millones de euros recalculado para el mismo periodo de 2018, según anunció recientemente.
El grupo espera unas ventas netas de entre 1.615 y 1.715 millones de euros en el primer trimestre, por debajo de los casi 1.793 millones de euros del mismo periodo de 2018, y un resultado neto operativo (Ebit) negativo de entre 115 y 125 millones de euros, frente a los -6,1 millones de euros de un año antes.
La compañía achacó el «acusado» descenso del Ebit en una proporción del 50% al negocio ordinario, donde aproximadamente dos tercios del impacto negativo provienen principalmente de la caída en el margen comercial, y el tercio restante al aumento de los costes laborales asociados al proceso de transformación de franquicias a tiendas propias y a los mayores costes de arrendamiento, entre otros.
Las estimaciones publicadas por la compañía con carácter previo a la presentación de sus resultados este marte indican que, como consecuencia de las pérdidas registradas, el patrimonio neto negativo ha aumentado hasta situarse en un rango estimado de entre 170 y 180 millones de euros hasta marzo, frente a los -99 millones de euros al cierre de 2018, lo que supone un incremento del 81%.