En este contexto de aumento de inflación, la estrategia tiene que seguir la repercusión de los costes en el incremento del precio al distribuidor, el sector productivo no tiene margen para absorber este impacto. Trabajamos diariamente en el ahorro de costes para minimizar dicho impacto, pero las subidas de estos son mayores a las mejoras que se obtienen vía optimización.
Precio sin perder calidad
“En Moyca ofrecemos el mejor precio en relación a las especificaciones y particularidades de cada cliente, otra cuestión es que este sea mayor del esperado. Si tenemos que cumplir con especificaciones de los clientes más exigentes, en calibres, defectos, sabor, etc, que lejos de mantenerse campaña tras campaña, se van aumentando, el precio deberá adaptarse a esa calidad requerida”.
Respecto al consumidor, tenemos a nuestro favor que quiere seguir alimentándose lo mejor posible y es un gran conocedor de los beneficios de las frutas y hortalizas frente a los productos ultraprocesados. Por lo tanto, en los hogares la alimentación una de las facetas donde más se resisten en modificar sus hábitos de consumo. Al menos así debería ser, de cara al consumo de frutas y hortalizas, no varíen mucho la confianza de los consumidores.
I+D
El camino para seguir siendo competitivos y accesibles para el consumidor pasa por la innovación en los procesos, ser más eficientes, y la incorporación de más automatización. Los productos indudablemente en sus procesos de innovación deben buscar además de la adaptación a las demandas del mercado, la mejora en la productividad y su rendimiento. Si la presentación es excelente, sin duda la aceptación también lo será. Pero todo lo que ocurre en medio, entre el producto y la presentación final al consumidor, es tan importante como el propio producto. Y tanto para enriquecer a este, como para mejorar la presentación, es clave mejorar esos procesos intermedios, de manera eficiente, automática y con menores costes.
Futuros consumidores
Precisamente el COVID nos ha demostrado que en el futuro hay que pensar con mucha cautela. Creemos que debemos focalizar nuestros esfuerzos en el presente, al margen de las incertidumbres comentadas, porque además las tendencias y la evolución de los acontecimientos cada vez se aceleran más, debemos pensar en el consumidor de hoy y de las próximas dos campañas.
Pero sin duda, el objetivo a largo plazo son las nuevas generaciones. Es casi ley de vida, que en su evolución como personas se irán dando cuenta que una alimentación sana basada en las frutas y hortalizas es lo más adecuado. Eso nos ha pasado, a unos más rápido y a otros más lentamente, pero suele ocurrirnos. Con los consumidores del mañana tenemos la gran suerte, que son consumidores de contenido social, con lo cual, tenemos una gran herramienta para acelerar un proceso y mejorar su calidad de vida, motivándoles y describiéndoles, los beneficios de la incorporación a su dieta del consumo de frutas y hortalizas cuanto antes.