El tomate español siempre ha sido un referente de las exportaciones de frutas y hortalizas a la Unión Europea, pero en los últimos tiempos, se está viendo afectado por los bajos precios y la masiva oferta de producto maroquí y una mayor eficiencia de la productividad de los invernaderos de los Países Bajos, tal y como publicaba El País hace unos días. En concreto, España ha perdido un 30% de ventas a la Unión Europea en el último año.
Ante esta situación, la eurodiputada socialista, Clara Aguilera, formulaba una pregunta a la Comisión Europea con la que pretendía denunciar el incumplimiento por parte de la UE del contingente sin arancel al producto marroquí, en plena campaña de Andalucía, que establece un límite de 285.000 toneladas y que este año y el pasado, se ha duplicado y posiblemente supere las 500.000 toneladas.
En su respuesta, la Comisión Europea se ha basado en los artículos 49 a 54 del Reglamento de Ejecución (UE) 2015/2447 de la Comisión y afirma que “cualquier volumen importado que exceda los límites mensuales y totales de los contingentes arancelarios no se beneficiará del trato preferencial, sino que estará sujeto al derecho de aduana normal, fuera del contingente”. El precio de entrada establecido es de 0,46 euros por kilo, aunque se puede superar ese volumen de 285.000 toneladas aplicando un mayor precio.
Los productores españoles, representados por José María Pozancos, director de la Federación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas, defienden que España tiene dificultades para competir con esos precios, cuando los costes medios de producción son de 0,55 euros euros por kilo. Y además, reclaman la revisión del precio límite establecido que lleva congelado más de 10 años.