La rueda de prensa celebrada ayer en Madrid ha servido para presentar un MANIFIESTO que recoge en 18 puntos de las reivindicaciones consensuadas por el campo español. El mundo dice basta ya saldrá en marzo a llenar las calles de Madrid para que la sociedad en general escuche sus necesidades, muestre su apoyo y el Gobierno presente la atención y cuidado necesario a quienes ocupan el 84% del territorio.
En defensa de la agricultura y la ganadería, de la caza, de nuestro campo y su cultura y tradiciones, Pedro Barato -presidente de ASAJA-, Miguel Padilla – secretario general de COAG, Lorenzo Ramos-secretario ganadería UPA-, Manuel Gallardo- presidente de RFEC y Fermín Bohórquez -presidente de Alianza Rural, han coincidido en que el 20M será una gran cita para apoyar un mundo rural vivo, para que el campo sea un espacio para vivir dignamente, que sea comprendido y valorado desde el mundo urbano.
En el acto se adelantó que inicialmente se ha constituido un comité de organización y planificación de este movimiento formado por representantes de: ASAJA, COAG, UPA, Real Federación Española de Asociaciones de Ganado Selecto (RFEAGAS), Oficina Nacional de la Caza (ONC), RFEC, Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL), Alianza Rural y todas las entidades que las conforman
El presidente de Asaja, Pedro Barato, ha declarado que su organización está comprometida con esta manifestación del 20M porque el mundo rural necesita salir a la calle para denunciar los atropellos de los que es objeto y reivindicar otros temas que son de justicia. En concreto, se ha referido a la reforma laboral que prepara el Gobierno y que no es la que necesita el sector o a la regulación de las tarifas eléctricas, donde el sector agrario es el único sector que sin utilizar la luz tiene que pagarla. “Que dejen de utilizar a la España Vaciada y den un tratamiento acorde a la situación que vive el mundo rural“, ha concluido.
Por su parte, Miguel Padilla, secretario general de COAG ha afirmado que el Plan Estratégico de la nueva PAC enviado a Bruselas no responde a las necesidades de los agricultores y ganaderos profesionales. “Se deben priorizar los apoyos a aquellos activos agrarios que viven de su trabajo en el campo y generan verdadera economía real en el medio rural. Sin sostenibilidad económica de las explotaciones agrarias profesionales difícilmente habrá sostenibilidad social y medioambiental”. Asimismo ha advertido sobre la hipocresía que supone que las importaciones de terceros países o se les exija el cumplimiento de los altos estándares de producción que sí cumplen los productores europeos. “Es una competencia desleal e inaceptable. Hay que acabar con ello”.
Desde UPA han animado a todo el medio rural a manifestarse el próximo 20 de marzo en Madrid. “No podemos permitir que ningún joven que quiera vivir y trabajar en su pueblo se vea obligado a abandonarlo. Tenemos que hacer lo que haga falta para favorecer el relevo generacional”. Ha declarado el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, que ha señalado la “gravísima” coyuntura que atraviesan la agricultura y la ganadería debido a la falta de precios justos y el incremento de costes de producción.
Manuel Gallardo, presidente de la Real Federación Española de Caza (RFEC), ha expresado la preocupación del sector cinegético ante la deriva anti-caza del Gobierno de España “que desprecia a la caza como actividad generadora de economía, fijadora de empleo y sustento de muchas poblaciones rurales. Que aporta enormes beneficios sociales, culturales, económicos y medioambientales, y que está fuertemente arraigada a la cultura española. Igualmente el Gobierno obvia el impacto negativo que tendría el abandono de la caza en España, desde la perspectiva socio-económica, pero sobre todo de conservación de nuestros ecosistemas”.
Fermín Bohórquez, presidente de Alianza Rural, realizó un alegato en defensa de un mundo rural vivo y expresó que “no puede admitir se legisle a nuestras espaldas, desde una visión urbanita desconocedora de la realidad del campo, de la realidad del mundo rural. Perjudicando nuestros intereses, empujando nuestros pueblos al abandono o a convertirlos en museos para visitar los fines de semana”.