Patricia es descendiente de una familia de agricultores, la tercera generación dedicada al cultivo de los berries. Su abuelo, “gran trabajador y luchador”, fue uno de los fundadores de Fresón de Palos y pionero en la aplicación de varias técnicas que se instalaron en el cultivo de la fresa en Huelva, simulando el cultivo de la fresa en California.
Al haber nacido entre una familia de agricultores, sabía que el sector hortofrutícola “es un mundo lleno de oportunidades”, al contrario de lo que pensaban sus compañeros de carrera cuando estaba estudiando Biotecnología: «¿Cómo vas a estudiar Biotecnología y dedicarte al campo? Tendrás que investigar sobre células humanas, investigación animal, enfermedades en seres humanos… ¿Plantas?».
Pero Patricia sabe que el campo “ya no es algo primario. En él existen posibilidades de investigación, desarrollo e innovación desde la forma de cultivar o recolectar hasta el ámbito técnico, comercial, ventas y marketing, la gestión y finanzas de una empresa”.
El valor de la innovación
Patricia siempre tuvo claro que quería buscar una solución a la lucha diaria de los agricultores por conseguir la mejor calidad de sus frutos, una tarea que no es fácil, ya que dependen de factores ambientales y con ellos, el mayor o menor desarrollo de microorganismos que pueden ser perjudiciales o beneficiosos para sus cultivos. “Por esto decidí estudiar Biotecnología, para desde la innovación y el desarrollo de productos o mejora de variedades, conseguir la mejor fruta”, señala.
Pero su formación no paró ahí. Tras graduarse en Biotecnología, hizo un Máster en Biología Avanzada y, de manera paralela, llevaba a cabo una investigación y emprendimiento sobre una nueva bebida fermentada a partir de fresa. La pandemia del Covid le permitió descubrir muchas necesidades no cubiertas en las fincas en plena producción y decidió centrarse en la búsqueda de soluciones. Para ello, se formó y especializó en el mundo de la Sanidad Vegetal y Agronomía y realizó el máster de Sanidad Vegetal en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica (ETSIA) de la Universidad de Sevilla (US).
Patricia empezó a trabajar en un Laboratorio de Genética en el Centro Andaluz de Biología y Desarrollo, centro de investigación mixto entre el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Pablo de Olavide (UPO). Una vez ampliados sus conocimientos en genética, le surgió la oportunidad de trabajar en el laboratorio de Patología Vegetal de la ETSIA, US, donde comenzó su especialización y formación más profunda sobre el cultivo de la fresa y los patógenos que le afectan. Además, gracias a becas de investigación, tuvo la oportunidad de dar clases en la asignatura de Enfermedades de los Cultivos y Sanidad Vegetal en el grado de Ingeniería Agrícola de la ETSIA, US, además de liderar varios Trabajos de Fin de Grado.
Tradición familiar
Al tener una formación más específica en ciencia y en sector de la fresa, ha podido seguir los pasos que ya inició su abuelo y ahora es la responsable de I+D en Fresón de Palos, un departamento que quiere impulsar aportando todos los conocimientos que ha adquirido a lo largo de su etapa formativa y experiencia laboral.
“Como decía Duschene al final de su libro La Fresa: La fresa es, después de todo, una planta, cuyo follaje verde alberga una fruta roja brillante que es fragante, dulce y jugosa. La invitación es al disfrute, tanto del trabajo como de sus resultados”, explica, apuntando que “eso mismo será lo que yo pueda aportar a Fresón de Palos, el trabajo y resultados en la investigación, desarrollo e innovación del cultivo de la fresa y todos los frutos rojos, siempre pensando en el mayor beneficio de sus socios, el mayor beneficio para el agricultor”.
En su nuevo puesto, ha podido rodearse de personas con cargos de responsabilidad de otros departamentos, que le han permitido ganar mayores conocimientos en diferentes aspectos, aumentando sus ganas de trabajar y seguir aprendiendo.
Una oportunidad para los jóvenes
Patricia considera que el relevo generacional está siendo más difícil para las generaciones anteriores que para las nuevas porque, en su opinión, muchos no han aceptado los avances que se han llevado a cabo en el sector en los últimos 20 años “mayoritariamente por miedo a lo nuevo y diferente”.
“El relevo generacional está ocurriendo, dando ese tiempo de adaptación a los que se muestran más resistentes al cambio y atrayendo a los jóvenes talentos”. En este punto, anima a las nuevas generaciones a formarse en sectores que les apasionen y entregarse completamente. Y les recuerda una frase de Séneca: “La suerte es donde confluyen la preparación y la oportunidad”.
