COAG ha detectado cajas de melón piel de sapo con etiquetas de importación de Brasil, mientras que en los lineales de venta de los supermercados de la cadena se informa al consumidor de su supuesto «origen España». Lo ha denunciado su responsable de Frutas y Hortalizas a nivel estatal, Andrés Góngora, quien en un vídeo en redes sociales ha lamentado el “fraude en el etiquetado” de la cadena de distribución francesa y que, según ha comentado, se ha detectado en una de sus tiendas en Madrid.
Sin embargo, fuentes de Carrefour han asegurado que se trata de un «error puntual en la cartelería de una tienda», por lo que no se puede hablar de una práctica «generalizada«.
La organización agraria considera ese tipo de prácticas «contrarias a la normativa de etiquetado vigente», ya que no se refleja el origen correcto del producto en venta, afectando a su trazabilidad y posibilitando el «engaño al consumidor».
COAG ha asegurado también a través de un comunicado que esas actuaciones «ponen en tela de juicio las campañas de la compañía que intentan trasladar al consumidor una imagen de transformación verde y responsable, con el foco puesto en la priorización de la producción nacional y con especial atención a la trazabilidad de los productos».
Su responsable del sector de frutas y hortalizas, Andrés Góngora, ha afirmado que la importación de productos desde miles de kilómetros de distancia y la tergiversación de su origen «resta credibilidad a esos mensajes».
Según COAG, las importaciones de melón a nuestro país crecieron un 31% en 2020 respecto a 2016, pasando de 73.401 a 95.792 toneladas.
Los periodos de importación se concentran en el inicio de la campaña española, entre marzo y abril, y en los últimos tres meses del año, cuando empieza a decaer la producción española comercializada, una estrategia que -a juicio de la organización agraria- busca presionar a la baja las cotizaciones en origen del melón español.
Brasil es el principal importador, con casi el 70% del total de melones comprados del exterior, seguido de Senegal (14%) y Marruecos (10%), de acuerdo a los datos de COAG, que reclama el «cese inmediato» de esas prácticas por parte de la distribución y una «exhaustiva» campaña de control de las autoridades.
