El Grupo de Contacto de Cítricos de España, Francia, Italia y Portugal considera “insuficientes” las nuevas medidas de control adoptadas por la Unión Europea para prevenir la introducción y propagación en el mercado comunitario de la mancha negra (Phyllosticta citricarpa), un hongo que afecta a los frutos y también infecta a los tallos y las hojas.
En el transcurso de este acto internacional, el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, que intervino como miembro de la delegación de ASAJA Nacional, coincidió con representantes de citricultores de otras regiones españolas y de Francia e Italia –Portugal no pudo participar en esta edición– en su “decepción y malestar” por el “escaso endurecimiento” de los controles que la UE ha decidido establecer a países terceros teniendo en cuenta la peligrosidad de esta enfermedad no presente en la citricultura europea y el elevado número de cargamentos interceptados en los puertos.
Así, según denunció AVA-ASAJA a partir de datos oficiales, Bruselas rechaza añadir medidas más contundentes a Sudáfrica pese a que en 2021 sus envíos citrícolas con destino a la UE alcanzaron la cifra más alta de interceptaciones de mancha negra en la última década: 43 detecciones en 2021 y un total de 200 desde 2012. Sudáfrica encabeza el ranking de países con más interceptaciones de mancha negra, por delante de Argentina (189) y Uruguay (99), que en total suman 702 detecciones en los últimos diez años.
La organización agraria valoró, en cambio, que la resolución comunitaria ha atendido las reivindicaciones del sector al incorporar entre los países que deberán acreditar que su fruta está libre de mancha negra a Zimbabue, estado que linda geográficamente con Sudáfrica y que mantiene estrechos lazos comerciales con dicho país. No en vano, AVA-ASAJA destacó en la reunión citrícola que Zimbabue acumuló 44 interceptaciones en 2021 infestadas de mancha negra, cuando en los nueve años anteriores solo había contabilizado 22.
Aguado plantea que, junto a otras organizaciones españolas, se estudie la interposición, preferiblemente a través de Intercitrus, de una posible demanda jurídica a la UE por daños y perjuicios en caso de entrada de una plaga o enfermedad que aún no está instalada en la citricultura comunitaria. La asociación va a consultar con varios gabinetes jurídicos especializados en derecho comunitario las posibilidades legales que tendría este tipo de demandas e invita al resto de países a sumarse, ya que “si los citricultores europeos sufrieran en el futuro las pérdidas de otra plaga o enfermedad foránea –como está sucediendo, por ejemplo, con el Cotonet de Sudáfrica– deberían de asumir las consecuencias aquellas administraciones que tienen la responsabilidad de evitar su introducción y expansión, y de ningún modo que sigan siendo los agricultores quienes paguen los platos rotos de su pasividad y su complicidad con países terceros”.
Asimismo, AVA-ASAJA coincidió con el resto del sector citrícola de España, Francia e Italia en la necesidad de que la Comisión Europea aplique el tratamiento en frío a las naranjas sudafricanas “de inmediato, en cuestión de días, para que la medida llegue a tiempo al inicio de sus exportaciones a Europa”. El colectivo también pide conjuntamente que el tratamiento en frío se extienda a las mandarinas y los pomelos originarios de Sudáfrica. A juicio de Aguado, “es una irresponsabilidad de la UE el no actuar bajo criterios científicos, ya que no tiene ningún sentido adoptar este mecanismo a las naranjas, y no a las mandarinas y pomelos, cuando supone el mismo riesgo de introducción de la falsa polilla (Thaumatotibia leucotreta) tal como constata el hecho de que haya interceptaciones en estas otras especies de cítricos”.