Para el ministro saliente, sería necesario mejorar el mecanismo de retirada de productos del mercado con el aumento del límite del volumen de productos que pueden ser retirados, la actualización anual de los montantes de ayuda y la posibilidad de financiar la transformación de los productos retirados para distribución gratuita, con el fin de prolongar su duración.
Por otra parte, Cañete ha señalado que el régimen de ayudas basado en organizaciones de productores que llevan a cabo programas operativos «ha sido fundamental para mejorar la concentración de la producción, y en definitiva, la competitividad del sector», sobre todo en España, uno de los principales productores de frutas y hortalizas en la Unión Europea. Por ello, ha reclamado que este régimen de ayudas mantenga su configuración actual y que sólo se hagan «ajustes y mejoras» en aspectos como las medidas de prevención de crisis o la simplificación normativa.
No a recortes Presupuestarios
Asimismo, el representante español se ha mostrado de acuerdo en continuar con el esfuerzo de concentración del sector y ha defendido que la mejor manera de lograrlo es manteniendo esta línea de ayuda sin un techo presupuestario, «para que se siga incentivando la creación de nuevas organizaciones de productores». A este respecto, el ministro ha indicado que en España el grado de organización se sitúa en el 51%, ocho puntos por encima de la media de la Unión Europea.
No obstante, Cañete ha rechazado que la reducción de los desequilibrios entre los Estados miembros «se resuelva con un incremento de las ayudas para determinados Estados, en detrimento de aquellos que hemos hecho un esfuerzo por concentrar nuestra producción».
En opinión del ministro, esta situación «desincentivaría el interés de los productores por crear nuevas organizaciones de productores, lo que iría en contra del espíritu de este régimen de ayudas de no poner ningún límite a la creación de las mismas». Por lo tanto, Cañete entiende que lo más adecuado para solventar este desequilibrio es «analizar los elementos que lo producen y explorar posibles medidas específicas en el marco de los programas operativos».
El ministro de Agricultura ha expresado en todo caso su oposición a cualquier reducción del presupuesto actual «ya que se pone en riesgo que el sector siga concentrando en el futuro, y se envía un mensaje negativo a los productores comunitarios que han hecho un esfuerzo por concentrar la oferta». A su juicio, toda nueva medida que se considere necesario incluir se debe realizar en el contexto actual de inexistencia de techo presupuestario.