Que la forma en la que nos alimentamos está cambiando radicalmente en los últimos años es una afirmación que ya casi nadie discute. Buena parte de la sociedad le ha otorgado a la alimentación el rol que merece en el cuidado de la salud, provocando una revisión integral de nuestras pautas y formas de consumo.
Las empresas agroalimentarias almerienses son muy sensibles a estos cambios, pues definen la forma en la que los consumidores van a percibir sus productos en el mercado global.
El director general de ASEDAS, la Asociación Española de Distribuidoras, Autoservicios y Supermercados, Ignacio García, nos ha dado algunas claves que guiarán el consumo de los productos agroalimentarios en este año 2018.
Salud
Ignacio García señala que el consumo de frutas y hortalizas “refleja una preocupación creciente de la sociedad por una alimentación saludable”. Así, la ‘vida sana’ se revela como el principal impulsor de los cambios en las pautas de consumo a nivel global, algo que también se empieza a percibir en España. En este sentido, las frutas y hortalizas son a priori uno de los principales grupos de alimentos que se verán beneficiados de esta tendencia hacia la alimentación ‘consciente’.
Calidad
La salud no es la única fuerza que está dirigiendo las tendencias de consumo de frutas y hortalizas. El director general de ASEDAS explica que “el consumidor es cada vez más exigente en los atributos que busca en las frutas y las hortalizas”. Pero, ¿qué es lo que busca el consumidor en un tomate o en una sandía? De acuerdo con Ignacio García, “la calidad, que tenga el punto exacto de maduración y el sabor”.
Estas características otorgan un valor añadido al producto y establecen niveles de diferenciación entre estos productos. Al contrario de los efectos saludables, que es algo inherente a estos alimentos, estos valores establecen productos ‘premium’.
El director general de la asociación de la distribución en España también explica que existen otros aspectos, como “que los productos sean fáciles de consumir o que tengan un buen precio”, que no deben pasar desapercibidos.
Conveniencia
Una demanda creciente de los productos ‘convenientes’ -es decir, fáciles de consumir– es otra de las tendencias que reflejan los consumidores españoles.
En palabras de Ignacio García, “el crecimiento de unidades familiares cada vez más pequeñas hace que la demanda se oriente hacia el mono-consumo y la conveniencia. Así, la venta por piezas cobra protagonismo ya que permite adquirir solo la cantidad de producto que se necesita”.
Los nuevos formatos para la venta de frutas y hortalizas no pasan solo por platos preparados para consumo unipersonal, sino también por nuevos formatos como los ‘snacks’. De ahí el auge de variedades de frutas y hortalizas más pequeñas, como el tomate cherry o el pepino ‘mini’, nuevos productos que entre los agricultores del campo almerienses son conocidos como ‘especialidades’.
Cooperación
La complejidad del mundo de la alimentación, una industria que involucra a diferentes actores, hace que la coordinación se antoje imprescindible. En este sentido se manifiesta Ignacio García, que explica que “una de las misiones de la distribución es trasladar las necesidades del consumidor a los productores de alimentos, para así dar una respuesta más ágil y eficiente a sus expectativas”. El director general de ASEDAS cita algunas premisas para hacer efectiva esta colaboración, como “una orientación a los precios competitivos, asegurar volúmenes capaces de responder a una demanda cambiante, así como que la calidad de la producción sea homogénea y dar entrada a nuevos productos.
Fuente: La Voz de Almería