Aunque se cultiva en España, Israel y en los Países Bajos, el calabacín amarillo no es precisamente uno de los más conocidos. A nivel nacional es Almería la provincia que destaca en cuanto a superficie de cultivo. En la pasada campaña el cultivo superó las 7.500 hectáreas, con una producción máxima de 428.425 toneladas, un 4% más respecto al año anterior. Las exportaciones han alcanzado su punto más alto de las últimas cinco campañas, con un volumen próximo a las 260.000 toneladas. La cifra de negocio se acerca a 200 millones de euros.
En Almería, la variedad más extendida es el calabacín verde, fruto de forma alargada y cilíndrico, de color verde más o menos claro. También se cultivan otros calabacines, aunque se comercializan minoritariamente, como es el tipo redondo o blanco. El calabacín amarillo es casi un desconocido. Los verdes se pueden encontrar en cualquier supermercado, pero hay que buscar mucho para encontrar uno amarillo, ya que se considera un producto exótico, aunque no lo sea. En Israel la superficie de cultivo de esta variedad ha aumentado con respecto al año pasado y su comercialización se lleva a cabo en toda Europa. El calabacín redondo es conocido como ‘calabaza de verano’. El calabacín amarillo se come crudo y resulta bastante exquisito acompañado con un poco de zumo de limón.
Fuente: lavozdealmeria.es
