Buscar más calidad y menos cantidad de fresa para evitar campañas desastrosas

Los bajos precios del fruto, los factores climáticos y la competencia surgida dentro de la Unión Europea están dando al traste con un sector fundamental para la economía provincial. El sector ha solicitado la colaboración de la administración pública para encontrar salidas coordinadas a los problemas del cultivo.

Entre las soluciones que se plantean figuran la planificación de la campaña desde la plantación, la diversificación de los frutos rojos, la apuesta por la calidad (este año la fresa tenía buen color, pero poco sabor) y más concienciación del consumidor.

Otro de los aspectos es potenciar la Interprofesional de la Fresa Andaluza (Interfresa) que solo reúne al 75% de los productores de este fruto, a pesar de que se creó con la idea de que regulara este sector.

Los agricultores están estudiando la posibilidad de plantar otros frutos que producen menos, pero que son más rentables. La Mesa de la Fresa, integrada por la Junta, la Diputación y los agricultores se constituyó el pasado lunes como foro de análisis del sector.

La campaña pasada se cerró con 315,6 millones de facturación, lo que supuso un 20% menos que la de 2012. Y la temporada 2013 concluyó con una producción de 274.800 toneladas, lo que supuso un 10% menos que en la anterior.

El secretario general de Agricultura y Alimentación, Jerónimo José Pérez Parra, reiteró que la Mesa de la Fresa nace con el cometido de “solventar entre todos los problemas que afectan al sector para mantener viable este cultivo en situación de competitividad”. Pérez Parra señaló que un 9% de la producción de fresa mundial se cultiva en la provincia de Huelva.

España es el primer productor de fresa y hace dos años alcanzó una cosecha de 374.000 toneladas. Le siguen Turquía con 352.000 toneladas y Alemania con 155.000 toneladas. Uno de los problemas que está haciendo que la fresa no sea rentable es la competencia que le ha surgido en los países de la Unión Europea, que este año han tenido un clima cálido y han copado los mercados.

“Hemos estado vendiendo el fruto a precios ridículos y no hay beneficios para los empresarios. Eso está provocando que muchas empresas lo vayan a pasar mal”, remarcó Alberto Garrocho, presidente de Freshuelva.

El cultivo de la fresa viene experimentando un retroceso de la superficie cultivada en los últimos años. En 2000, había 8.750 hectáreas de fresa cultivadas y en 2014 se han reducido a 6.980.

El sector de los frutos rojos ha contado en esta campaña con 1.300 hectáreas de frambuesa, unas 1.150 de arándanos y 70 de zarzamora. Del total de superficie dedicada a la fresa, el 75% es producción integrada.

Fuente: Elpais.com / Freshuelva