Escribe para buscar

Tres o cuatro cosas que pensé tras mi visita al Mar Menor

Comparte

Como ya les anuncié en mi Post anterior, el Paranoico ha estado en Cartagena participando en el XIII Congreso de Economía Agraria. Lógicamente, la situación del Mar Menor ha estado en el centro de muchas discusiones. Allí he hecho una de las cosas que aprendí tarde, pero aprendí, el escuchar y el mirar antes de opinar y hacerlo con gente muy distinta, con opiniones muy encontradas.

No cabe ninguna duda, la situación es grave. Hay playas nauseabundas…

@TomasGarciaAzcarate

… y poco frecuentadas ya por el público como demuestra el estado de algunos accesos.

@TomasGarciaAzcarate

Lógicamente, la pregunta del millón es porqué. Y como siempre, me parece que no hay una respuesta sencilla.

Cronológicamente, la primera gran agresión al Mar Menor provino de la minería, durante el desarrollo minero que empezó a tomar auge en la década de los cincuenta como durante su agonía y su abandono durante la década de los 80. El eco-sistema quedó tocado, pero la naturaleza tiene mucha capacidad de regeneración y aguante. Debilitado, seguíamos teniendo Mar Menor.

Le siguió la agresión urbana y turística. Estos días han circulado por internet fotos impresionantes comparando la situación en los años 50 y la actual. Existe un amplio consenso en que los fosfatos que abundan también en las aguas no provienen esencialmente de la agricultura sino del sistema del alcantarillado. A pesar de todo, a pesar de ello, demostrando una notable capacidad de resiliencia, el Mar menor, aún más debilitado y fragilizado cierto, sobrevivió.

Finalmente, llegó la presión agrícola[1], en particular de la horticultura al aire libre. Confluyeron la adhesión de España a las Comunidades Europeas, el Mercado Único  que aceleró el final del periodo transitorio previsto, las mejoras tecnológicas y las mayores disponibilidades de agua, con el Trasvase Tajo-Segura y las desalinizadoras entre otros. El desarrollo agrícola que se siguió fue el correspondiente a este momento, productivista e intensivo.  Buena parte de las 300.000 toneladas de nitratos que contaminan hoy el acuífero debajo del campo de Cartagena y el Mar Menor datan de esta época.

@TomasGarciaAzcarate

Durante todos estos periodos, las autoridades miraron mucho para otro lado. Buena prueba de ello son el retraso en el desmantelamiento de las instalaciones mineras, los problemas con las aguas residuales y los puertos deportivos y, también, las hectáreas de riego sin concesión y las desaladoras ilegales. El Mar Menor está pues moribundo.

Esto es la crónica de una muerte anunciada. Desde la Comunidad científica, fueron legión (y desde hace años) las llamadas de atención primero, y las voces de alarma después. Estas fueron demasiadas veces denunciadas como “derrotistas” en su momento por los negacionistas de turno. Todo valía: campañas de prensa, manifestaciones, recursos jurídicos, derogaciones de leyes existentes, miradas para otro lado de los responsables.

Las consecuencias se han agudizado con las consecuencias del cambio climático. Buen ejemplo de ello es la DANA que provocó la anterior muerte masiva de peces. La única certeza es que, en el futuro, estos accidentes climáticos se van a ir repitiendo y agravando.

Se está produciendo tensiones entre dos de los pilares de la economía murciana, el turístico y el agrario. El valor de muchas propiedades inmobiliarias se hunde, dañando el patrimonio de muchas familias y jubilados. Hoteles se quedan vacíos ante la disminución de los turistas. También aumentan las tensiones dentro del sector agrario con los muchos agricultores que hoy lo estando haciendo bien, por ejemplo con agricultura integrada, lucha integrada o agricultura ecológica.

@TomasGarciaAzcarate

Los compradores europeos de los productos españoles se ponen fácilmente nerviosos ante noticias y campañas de prensa que alertan a los consumidores. Nuestras organizaciones ecologistas no dudan en alertar a sus organizaciones hermanas  en la Europa del norte[2] y nuestros competidores están encantados ante la visibilidad de nuestros problemas.

Lo urgente es un Pacto por el Mar Menor que diseñe una hoja de ruta en la que deben participar todos los actores, desde los ayuntamientos y las administraciones central y autonómica,  a los responsables de la gestión de residuos mineros y urbanos, pasando por el sector turístico y agrario. Sin amplio consenso social, sin amplio consenso político sobre la necesidad de actuar en profundidad, sin el protagonismo de la opinión pública, andaremos mal o, más bien, seguiremos andando detrás de los acontecimientos, con consecuencias económicas, sociales, humanas y medioambientales crecientes. La agricultura, el urbanismo, el sector turístico, el declive de la minería forman todos parte del problema, cierto, pero deben formar parte de la solución. El Mar menor necesita de todos.

Lo inmediato es escuchar a la Comunidad científica. Entre otras muchas aportaciones, destacaría la de mis compañeros del CEIGRAM[3] donde proponen medidas para mitigar la contaminación por nitratos de origen agrario. Acontecimientos similares se han producido en el pasado en otras latitudes[4], como la Bahía de Tampa en Florida pero parece que fue necesario llegar al “desastre total” para que se empezara a implementar soluciones.

Esperemos que en el caso de nuestro Mar Menor no tengamos que llegar a este “desastre total”. Por dolorosas que sean las medidas a adoptar por todos, serán mucho menos dolorosas que dicho “desastre total”.

[1] https://www.miteco.gob.es/es/prensa/210913ndpinformeieomarmenor_tcm30-530646.pdf

[2] https://www.wwf.es/?58280/

[3] https://www.upm.es/?id=07165546bbecb710VgnVCM10000009c7648a____&prefmt=articulo&fmt=detail

[4] https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2021-08-28/mar-menor-medidas-bahias-animales-plantas_3256218/

Etiquetas

Te puede interesar

Deja un comentario

Subscríbete a nuestra newsletter
Sé el primero en conocer las noticias diarias del sector hortofrutícola, directas a tu email
Suscríbete
Mantente informado, siempre puedes darte de baja.
close-link