Los pequeños cítricos, segunda parte de la campaña

Normalmente, cabe siempre esperar que la segunda parte de la campaña, las variedades tardías, den un poco de alegría a los productores de cítricos. No solo ya no está presente el hemisferio Sur en los mercados sino que los meses de enero, febrero y marzo suelen ser meses de frio en los mercados del norte de Europa, generando un repunte de la demanda.

De la crisis de los cítricos en la primera parte de la campaña, ya hemos hablado mucho. Ahora toca mirar a la segunda parte, que no parece que permita reequilibrar el desastre del inicio.

Hay algunas buenas noticias: Se espera que Marruecos no incremente sus exportaciones (unas 175.000 toneladas de pequeños cítricos): Israel debería quedarse algo por debajo de las 100.000 toneladas; la producción de las 500 hectáreas de tango en Egipto deberían comercializarse en el Medio-Oriente; En Turquía, las 6000 hectáreas de W. Murcott, como Nodercott sin licencia, deberían dirigirse a Rusia y otros países no europeos aunque haya unas  1000 hectáreas de tango que podrían acabar produciendo para Europa unas 40.000 toneladas.

Entre las menos buenas, está el aumento previsto de la producción española, unas 100.000 toneladas más, hasta alcanzar las 600.000. Es el resultado de la entrada en producción de las nuevas plantaciones de Nadercott (unas 5.400 hectáreas; 200.000 toneladas) y Orri (unas 2.000 hectáreas y 75.000 toneladas), que parecen estabilizadas hoy, y del continuo incremento de las hectáreas de Tango (hoy entre 3.000 y 3.500 hectáreas y unas 130.000 toneladas) y mañana ¿Quién sabe? Algunos especialistas hablan de que cabría esperar unas 200.000 toneladas más de producción en los próximos 5 años. De todas ellas, 160.000 deberían colocarse en los mercados de exportación.

El mercado no está totalmente saturado todavía en estos meses, con la ayuda de la climatología. Cabría esperar nuevos incrementos del consumo, en particular en febrero. También puede haber nuevas oportunidades de consumo en el hemisferio Sur,  pero a nadie se le puede esconder que vamos hacia tiempos revueltos también en esta segunda parte de la campaña.

¿Qué conclusiones sacamos entonces? Primero, que los que vayan a plantar deberían hacerlo con gran prudencia. Segundo, que en esta segunda parte de la campaña, los malos resultados no serían para nada responsabilidad ajena; y tercero, que somos capaces los españoles de hundir el mercado sin la ayuda de nadie.