Llueve sobre mojado en el mundo mandarinero
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El principio de campaña para los cítricos españoles no está siendo brillante. Desde la Unió se echa la culpa a los supermercados europeos, las importaciones de África del Sur y a las autoridades comunitarias por haber propiciado el acuerdo comercial con este gran país productor africano.
Están ayudados por los dioses. El clima extremadamente benigno del que están disfrutando en el norte de Europa no estimula la demanda. La semana pasada cenamos en una terraza de Bruselas a las 10 de la noche, algo impensable e inimaginable en el mes de octubre. No hay prisa por lo tanto.
Me lo confirmaron mis amigos bruselenses, valencianos de pro por cierto. En cuanto llegaron las primeras mandarinas valencianas, las compraron en su Delhaize favorito, por esto del consumo étnico y de hacer España. Estaban malas, bonitas por fuera y desagradables por dentro. Desde entonces, no ha habido más compras. En este contexto, no puede extrañar que los supermercados europeos sigan trabajando con productos surafricanos, a pesar de que son menos frescos.
Cuando le comenté esto a mi buen amigo Cirilo Arnandis, responsable de frutas en la Confederación de cooperativas, en la jornada que el Ministerio y Cooperativas alimentarias organizaron para promover un programa de promoción para la fruta dulce española, me aseguró que estos fueron casos aislados por parte de electrones libres poco recomendables, y estoy seguro que tiene razón.
Pero el daño que hacen estos electrones mal llamados “libres” es tremendo. En una campaña como esta, no hay que dar razones a los que te quieren apretar la saga al cuello.
Necesitamos una interprofesional activa en el mundo de la naranja y la clementina, como la hay por suerte en el de los limones, con capacidad para aprobar extensiones de reglas que impidan la comercialización de fruta inmadura, junto con una Administración que no renuncie a sus funciones de controles para asegurar que la extensión es respetada.
El sector citrícola estuvo entre los pioneros y ahora que las interprofesionales están consolidándose en los demás sectores, se les echa de menos. Parece, según dice la prensa, que Intercitrus está resurgiendo de sus cenizas.
¡A ver si es verdad!
Efectivamente la gran asignatura pendiente en España es poner en marcha extensiones de norma para gestionar la oferta en calidades, fechas de recolección, calibres… lamentablemente la autoridades nacionales siempre han sido muy reticentes a dar este paso junto a los sectores. Precisamente esta cuestión ha sido uno de los temas que desde Ailimpo hemos puesto en la mesa de nuevo Director General de industria Alimentaria del Ministerio. Estamos a la espera de noticias…