La pura realidad del tomate
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Esa realidad que se esconde tras una lucha por no querer renunciar al tomate commodity, que tan buenos resultados le dio a Almería en otros tiempos y que en la actualidad es todo lo contrario. Está claro que el tomate de la provincia ha perdido protagonismo en Europa en favor de otros destinos que consiguen unos precios mucho más competitivos, ya sea por sus bajos costes laborales en el caso de Marruecos, o por su tecnología, en el caso del tomate rama que se produce en Holanda, que necesita poca mano de obra. Estos dos países son los que están empujando a Almería, y a todo el tomate español, a tener que cambiar su modelo de negocio, que les deja una única opción: las especialidades con sabor para obtener una mayor rentabilidad de su cultivo.
Muchos son los que ya están trabajando en ello, y un ejemplo claro es el caso de Adora, que ya se exporta. Los consumidores europeos buscan la variedad y la diversidad en tomates que, además, tengan sabor, y debemos aprovechar la ocasión y ser capaces, toda la cadena de valor, de poner en el mercado el producto que están demandando.
El objetivo no es fácil, pero vemos que, campaña tras campaña, se reducen las hectáreas y si no trabajamos duro para conseguirlo, veremos cómo se pierde un cultivo que fue el más importante de la agricultura almeriense.