En estos momentos, la presión de la subida de precios y la bajada del consumo hacen que el sector hortofrutícola tenga muchos frentes abiertos, lo que está provocando campañas complicadas. Si a esto unimos ahora una nueva ola de la pandemia, la recuperación prevista en 2022 está claro que se alargará.
Nuestras empresas siguen distinguiéndose por su gran capacidad de resiliencia y trabajar sin descanso para que los consumidores tengan en sus mesas productos para disfrutar de estas fiestas con la mayor tranquilidad y seguridad posible.
Y enfrenta al 2022 con optimismo, según nos han comentado muchas empresas consultadas, con la esperanza puesta en la recuperación económica. Se encuentran sumergidas en una transformación digital y en la apuesta por la sostenibilidad para ser más competitivas y recuperar la confianza del consumidor en unos productos que, en los momentos más difíciles de la crisis sanitaria, fueron esenciales para la salud y deben volver a serlo.
El sector hortofrutícola debe liderar la recuperación y están convencidos de ello, aportando siempre la eficacia y el talante innovador, además de ser generador de empleo.
Pero está claro que, para que esto sea una realidad, necesita tener el apoyo de las administraciones, que adopten medidas en estos tiempos de incertidumbre. Necesita, además, una cadena de valor más colaborativa y que pueda ir unida hacia un consumidor que hoy en día necesita, principalmente, confianza y seguridad para ayudar a este país en su recuperación.
Afrontemos el futuro con la esperanza de que el trabajo bien hecho siempre tiene recompensa.
Desde la revista MERCADOS os deseamos lo mejor para el 2022.
1 comentario en «Afrontemos el futuro con esperanza»
Efectivamente, la capacidad de resiliencia de las empresas agrícolas es admirable, como se señala en el artículo. No obstante, es importante acompañar esta actitud con una legislación adecuada y unas condiciones favorables para el desarrollo de la actividad. EL sector agrícola necesita un esfuerzo suplementario por parte de todos para salir adelante, en un mundo globalizado tan competitivo y amenazante. Pero compartimos la esperanza de la última línea: el trabajo bien hecho, y bien planificado, siempre tiene su recompensa.