Biosabor y el CT Tecnova han organizado este martes, 22 de noviembre, una sesión de trabajo con agentes del sector en el marco del proyecto europeo RUSTICA. Con un presupuesto de 8,6 M€, financiado por H2020, persigue demostrar la viabilidad de iniciativas de economía circular como la producción de biofertilizantes a través de diversas técnicas de valorización de los residuos orgánicos agroalimentarios. Asimismo, se busca implementar estrategias de fertilización optimizadas y crear cadenas de valor en regiones rurales. En el proyecto, de 4 años de duración, participan 17 socios de Bélgica, Francia, España, Italia, Croacia, Alemania, Holanda, y Colombia.
El objetivo de la sesión de trabajo se ha centrado en dar a conocer los resultados preliminares sobre los análisis realizados para la valorización de diferentes materias primas y analizar aspectos clave para el éxito de estas iniciativas sobre el terreno, como el marco legislativo, la definición de modelos de negocio adaptados a las necesidades locales y las recomendaciones que está elaborando el proyecto con diferentes expertos a nivel internacional sobre futuras políticas y recomendaciones sobre biofertilizantes.
Para esta sesión de trabajo se ha contado con 21 asistentes representantes de los diferentes agentes implicados en la cadena de valor, como empresas productoras de biofertilizantes, gestoras de residuos, empresas certificadoras, agricultores y técnicos de campo, así como representantes de la administración Pública. Biosabor, como productora de hortalizas ecológicas y consumidora habitual de productos biofertilizantes y soluciones circulares sostenibles con el entorno, está trabajando en la validación del modelo propuesto y en la movilización de agentes para difundir los resultados del proyecto.
El proyecto RUSTICA termina su segundo año de trabajo a finales de 2022, tiempo en el que el consorcio europeo de 17 socios coordinado por la Universidad de Leuven ha puesto a punto la valorización de residuos de frutas y hortalizas con cinco tecnologías emergentes con el objetivo de producir biofertilizantes. Estas cinco tecnologías puestas a punto han sido la producción de ácidos carboxílicos, la producción de biomasa microbiana, la electrodiálisis, la producción de biomasa y de fracción de insectos y la producción de biochar. El potencial nutricional de los productos obtenidos será utilizado junto con las estrategias de fertilización de diversos sistemas productivos agrícolas europeos y las características de diferentes suelos de cultivo para diseñar estrategias de fertilización que serán validadas durante los próximos 24 meses en sistemas de cultivo frutal, extensivo y hortícola bajo invernadero.
En España, estos ensayos nutricionales serán realizados en el CT Tecnova, en cultivos bajo invernadero, para validar sobre cultivos de tomate y pepino los efectos agronómicos producidos por los biofertilizantes producidos en el marco del proyecto en términos de productividad del cultivo y la mejora física y nutricional del suelo. Actualmente, y previo a estos ensayos, se están llevando a cabo otros de incubación de suelos con los productos obtenidos en dos tipos de suelo procedentes del Bajo Andarax y el Campo de Níjar, tomados como referencia para el diseño de las enmiendas nutricionales del suelo en Almería.
Asimismo, en los próximos meses, estará disponible en el Centro Experimental de Tecnova una experiencia piloto de validación de la tecnología de producción de biomasa y de fracción de larvas de insectos como estrategia de bioconversión de restos vegetales en materia prima para la producción de biofertilizantes, a partir de los residuos orgánicos procedentes de los cultivos hortícolas desarrollados bajo invernadero. Esta valorización tecnológica para la producción de biofertilizantes se está llevando a cabo con otro socio español del proyecto, la empresa ENTOMO CONSULTING.
Este proyecto europeo está siendo particularmente activo en la consideración del enfoque de los usuarios finales y los diferentes eslabones de la cadena de valor, realizando diferentes iniciativas para involucrar a representantes de la región en el la definición de los requerimientos y funcionalidades demandadas en los biofertilizantes, en la evaluación de los modelos de negocio propuestos, la situación legislativa actual, etc… Con este tercer workshop son ya más de 30 empresas y/o agentes locales implicados la evaluación y el análisis de las diferentes actuaciones llevadas a cabo durante este proyecto. Durante el ultimo año de proyecto se capitalizarán los resultados obtenidos en cada región, fomentando el aprendizaje cruzado con otras zonas europeas mediante la realización de visitas cruzadas a otras zonas de producción donde se estén llevando a cabo estrategias de economía circular y de fertilización de cultivos con nuevos productos orgánicos desarrollados a partir de residuos orgánicos vegetales.