Nos lo cuenta el agricultor Mauro Torelli, quien puso a prueba los acolchados biodegradables en suelo sobre su cultivo de sandía, logrando resultados muy positivos, como el alargamiento del periodo de recogida, acompañado de una mayor producción de producto comercializable respeto a periodos en los que no se había utilizado el acolchado biodegradable en suelo.
En palabras del agricultor: “Hemos probado este acolchado biodegradable que nos ha dado resultados excelentes sin modificar las máquinas de instalación del mismo”. Cabe destacar que con el uso de acolchado biodegradable en suelo en Mater-Bi, la producción de flores femeninas aumentó entre un 80 y 90%, hecho que se tradujo en una mayor producción de frutos. “Este acolchado controla muy bien las malas hierbas” y al final del cultivo “no tenemos que retirarlo porque se puede enterrar en el suelo: su biodegradabilidad es muy buena…”
El acolchado en Mater-Bi con biodegradación en suelo certificado se ha usado comercialmente durante casi 20 años en varios cultivos hortícolas; los agricultores ahora son muy conscientes de sus ventajas ambientales y agronómicas.
Massimo Castagnetti, técnico comercial de Novamont nos dice que son «El resultado de más de 20 años de experiencia e investigación del grupo Novamont […] representan una alternativa válida a los acolchados de plástico convencional. Una vez terminado el cultivo se debe incorporar con las mismas máquinas trituradoras tradicionales y no implica cambios en las técnicas de cultivo adoptadas. Tiene las mismas prestaciones que el acolchado de plástico convencional no biodegradable, con la ventaja de que no produce residuos plásticos y minimiza los costes finales de gestión: al final del ciclo de cultivo debe enterrarse y se biodegrada completamente en el suelo. Se puede utilizar para diferentes cultivos y ciclos de cultivo, porque se adapta bien a las diferentes condiciones climáticas».