A pesar de que la previsión es común para toda la Comunitat, la producción de Castellón es lo suficientemente significativa como para que se pueda extrapolar el aforo. Y además la producción de mandarinas de Valencia incide siempre directamente en cómo discurre la campaña en la provincia.
Sobre estas previsiones, el secretario técnico de Fepac-Asaja, Doménec Nàcher, ya apuntó tiempo atrás la caída en la producción, lo que había motivado un inicio de compras esperanzador. Por su parte, el presidente de la patronal provincial de exportadores (Asociex), Jorge García, prefiere no valorar cómo se presenta la campaña porque esta “depende de la climatología”, que es la que marca después su desarrollo.
Así las cosas, y a falta del aforo oficial de la Conselleria (que suele llegar a finales de septiembre o comienzos de octubre), AVA-Asaja estima que la reducción de mandarinas hará que en global la campaña registre un descenso en el tonelaje del 2% en la Comunitat, ya que la producción de naranjas aumentará un 5%.
Con estos mimbres, la organización agraria considera que “las condiciones objetivas de mercado deben permitir negociar precios aceptables para el agricultor”.
Pero, sin embargo, la organización alerta de que hay “eslabones comerciales de la cadena alimentaria”, en referencia a determinadas empresas, que “están aprovechando el veto ruso para bajar los precios”. El propio Nácher ya alertó semanas atrás de esto mismo, que había provocado que se paralizasen las compras y un perjuicio palpable para los agricultores, al dejar sin precio la fruta que se estaba vendiendo.
Ante esto, el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, pide “no ceder a estas presiones”.
Fuente: elperiodicomediterraneo.com