Estas cifras, según informa AVA en un comunicado, fueron dadas a conocer ayer en la reunión de la mesa sectorial citrícola, a la que asistieron decenas de productores.
La bajada de la cosecha se concretará en una reducción del 11,5 % en mandarinas, sobre todo en variedades tempranas y de media estación, mientras que el grupo de las naranjas registrará un incremento del 5 %.
La organización agraria considera que las condiciones objetivas de mercado que se derivan de estas previsiones de cosecha deben permitir negociar precios «aceptables» para el agricultor.
Sin embargo, AVA-ASAJA alerta de que eslabones comerciales de la cadena alimentaria están aprovechando el veto ruso para bajar los precios, una circunstancia que se está traduciendo en una presión a la baja sobre las primeras operaciones que se cierran en el campo.
Estos movimientos especulativos, que en determinadas variedades sitúan el descenso de las cotizaciones entre un 5 y un 10 % por debajo de los precios de la campaña anterior por estas mismas fechas, obedecen a una estrategia comercial que utiliza como pretexto la citada coyuntura internacional para tratar de pagar menos a los citricultores, según las mismas fuentes.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, considera «imprescindible» hacer un llamamiento «muy claro» a los productores para que «nos mantengamos firmes y no cedamos ante esta clase de presiones que no se justifican en modo alguno por las actuales condiciones objetivas ni por las expectativas del mercado.
«Teniendo en cuenta que la pasada campaña fue un auténtico desastre, que este año hay menos cosecha en el árbol y que la sequía nos ha obligado a asumir un 20 % más de costes energéticos para regar los campos, resulta fundamental defender unos precios dignos que nos permitan seguir viviendo de la agricultura», ha insistido.
El dirigente agrario es crítico con la actitud de las administraciones para intentar frenar las graves consecuencias del bloqueo ruso sobre el sector agrario valenciano.
«La cuantía establecida resulta insuficiente para cubrir ni siquiera los costes de producción. Además, España está actuando como mera comparsa de la Unión Europea y mientras otros países han logrado que productos que todavía no han entrado en campaña, como el kiwi, se hayan incluido en la lista beneficiaria de ayudas», ha añadido.
«Aquí todavía seguimos esperando una respuesta para que los cítricos, los caquis y las granadas reciban también esta limosna», según Aguado.
«Bruselas debería reconsiderar su relación con un socio tan estratégico como Rusia y recuperar su mercado por vía diplomática antes de que terceros países nos lo arrebaten, porque una vez ocupado será muy difícil competir por costes», ha insistido el presidente de AVA.