Las previsiones de los kiwicultores no han fallado y la de 2017 será una gran campaña para el sector. La recolecta del que ya es considerado el «oro verde» asturiano, dada la calidad del fruto, comenzó la semana pasada en la isla de Soto del Barco y en las vegas del bajo Nalón, donde se cultiva la mayor parte del kiwi asturiano que en unos días llegará a las fruterías del país y también a las de destinos lejanos, como Arabia Saudí o Canadá. Soto del Barco y Pravia bullen estos días la actividad, con decenas de personas trabajando en la recolección del fruto. La campaña se extenderá hasta finales de diciembre o principios de enero.
La mayor productora de kiwi del Principado, Asp Fruit, espera superar este año los tres millones de kilos. La temporada pasada alcanzó los 2,8 millones. «Esta campaña vino muy bien. El año pasado hubo poca fruta pero muy grande. Este, en cambio, hay mucha fruta y de buen tamaño. En invierno tuvimos bastante frío (los kiwis necesitan entre 800 y 1.200 horas de frío) y en verano hubo humedad», explica Nacho Fernández Tuya, uno de los ingenieros de la firma con base en Pravia que comercializa la marca Kiwinatur.
La recolección comenzó el lunes 13 de noviembre en Forcinas, donde los operarios apuran la recogida para aprovechar las jornadas de sol. El fruto se recoge de la planta en el mejor momento, cuando alcanza los siete grados Brix y una vez que se comprueba con un penetrómetro la cantidad de carne. Entre quince y veinte personas conforman la plantilla de Asp Fruit, que en campaña casi quintuplica el personal. El pico de ésta llegará a los 70 trabajadores, la mayoría vecinos de la zona que se suman cada año a la recolección de este fruto verde y de alto contenido en vitamina C. «La tierra asturiana y cántabra es la mejor del mundo para el kiwi. En las vegas, como éstas, se renueva la materia orgánica con las crecidas del río. En Asturias se da en muchas zonas», añade Fernández Tuya.
En el bajo Nalón hay plantadas ya más de 120 hectáreas de kiwi y la superficie sigue extendiéndose. Las principales empresas productoras, además, compran fruto a pequeños productores para poder cubrir la alta demanda. Asp Fruit, por ejemplo, tiene unas treinta hectáreas en propiedad, de las que están en producción 22. Acaba de plantar tres hectáreas de Castrillón, donde se empezará a recolectar kiwi en dos o tres años. El 30 por ciento de la producción se destina a la exportación.
En Forcinas las jornadas de trabajo comienzan estos días a las ocho de la mañana y se prolongan hasta las seis de la tarde, aprovechando todas las horas de luz.
Fuente: La Nueva España