Fuentes de Asprocan, creada para coordinar la actividad de sus miembros, han manifestado que por el momento hacen un llamamiento a la prudencia porque estiman que “es pronto todavía para hacer una evaluación de daños”.
“Lo que nos preocupa en este momento es que a la terrible pérdida de muchas viviendas, se puede sumar, no sólo la producción que se vea directamente afectada por la lava, sino también la parte de cultivo que quede aislada y a la que no se pueda acceder, siendo imposible el riego y cuidado de las fincas, lo que supondrá la pérdida de toda esa producción”.
Isla platanera por excelencia
Asprocan ha subrayado que La Palma “es la isla platanera por excelencia de Canarias“, ya que el 50 % de su PIB lo genera el plátano“.
Más de 5.300 productores en la isla y cerca de 10.000 familias dependen directamente del cultivo del plátano.
La entidad ha resaltado también que la economía de los municipios afectados por esta erupción volcánica “depende directamente de este cultivo, que supone más del 30 % del empleo de su población”.
El Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) ha elevado la alerta a nivel rojo tras la erupción registrada este domingo en la isla de La Palma, que está arrasando casas y cultivos, y realiza una serie de recomendaciones, como no consumir alimentos al aire libre y lavar frutas y legumbres.
Entre ellas, llama a la calma de la población, y a quienes habiten en zonas de posible caída de cenizas, que eviten en lo posible salir de casa, pues pueden causar lesiones en las vías respiratorias, los ojos y las heridas abiertas, así como irritación en la piel.
Al elevarse el nivel de alerta, cuyo ámbito territorial abarca los municipios de Tazacorte, El Paso, Fuencaliente, Mazo y Los Llanos de Aridane, la situación pasa a estar bajo el control del Gobierno de Canarias.
El Pevolca pide mantener la calma, transmitirla a los demás y no propagar “rumores infundidos”, a la vez que respetar los cordones de seguridad que establezcan los servicios de seguridad y seguir sus instrucciones.
Cenizas volcánicas
En caso de cenizas volcánicas, sugiere permanecer en los domicilios hasta que se haya asentado, a menos de que haya peligro de que se derrumbe el techo, y vestir camisas de manga larga y pantalones largos, usar gafas protectoras y mascarillas de polvo, o en su defecto un paño húmedo sobre la boca para evitar inhalar las cenizas directamente.
Desaconseja permanecer en áreas descubiertas y hacer ejercicio al aire libre, y, mientras caigan cenizas, cerrar puertas, ventanas y toda la ventilación de la casa: chimeneas, calefacción, aire acondicionado.
Las autoridades aconsejan retirar la ceniza acumulada de los techos planos y de las canaletas de lluvia, mantener tapados depósitos y cisternas de agua, evitar que la ceniza haga contacto con los alimentos, lavar bien frutas y legumbres, no consumir alimentos al aire libre y limpiar arbustos y plantas y sacudir los árboles si es posible.
En interiores, utilizar una aspiradora, si se tiene, para los muebles, alfombras y demás, y limpiar el polvo con frecuencia; y depositar la ceniza acumulada en bolsas plásticas y tirarlas en contenedores, nunca al alcantarillado público.
Además, pide evitar conducir cuando haya ceniza a menos que sea absolutamente necesario, en cuyo caso no sobrepasar los 40 kilómetros por hora, pues los motores pueden obstruirse y los vehículos, averiarse.
Pevolca señala que no es necesario comenzar la evacuación de las zonas de riesgo, aunque quienes habiten en ellas han de informarse a través de sus respectivos ayuntamientos sobre las rutas de evacuación y los puntos de reunión establecidos.
Ruega la colaboración con las fuerzas de seguridad en caso de evacuación, cerrar todas las ventanas y puertas exteriores, bajar las persianas y cerrar los suministros de agua, gas y electricidad.
Ruega también llevar consigo la documentación y los medicamentos de uso diario, teléfono móvil y su cargador, radio a pilas, linterna, ropa para unos tres días, y utilizar los teléfonos para lo “estrictamente necesario”.
Por último, el Pevolca pide dirigirse a los puntos de reunión establecidos, y en caso de tener animales, la evacuación se realizará siguiendo las directrices del protocolo establecido al efecto.
La situación en la zona de La Palma afectada por la erupción “es desoladora”, porque “una colada de lava con una altura media de seis metros se come literalmente viviendas, infraestructuras, cultivos que va encontrando a su camino hacia la costa del valle de Aridane”, ha explicado el presidente del Cabildo, Mariano Hernández Zapata.
De acuerdo con la información que las administraciones han recibido de los organismos científicos que vigilan el comportamiento del volcán, se espera que la colada de lava entre en el mar en la costa de Tazacorte, posiblemente en Playa Nueva, en Los Guirres.
Fuente: EFE AGRO