Para su empresa el ecologismo es una filosofía. ¿Cómo se refleja en su trabajo?
Nosotros tenemos como principios y valores los de nuestros consumidores y eso es parte de la coherencia y alineación con el ecologismo. Esto significa que abogamos por el cuidado de la salud, el medio ambiente y las personas, respetando toda la cadena, desde los proveedores, los empleados, la distribución, hasta el consumidor. Para garantizar una absoluta confianza, parte de la estrategia se basa en que no compramos productos a terceros, fue una decisión que tomamos y solo vendemos lo que producimos en nuestras fincas (más de 2.100 hectáreas), con nuestro personal, normas y procedimientos. Además, establecemos un sistema de trazabilidad electrónico que garantiza la historia de cada fruta o verdura.
Los productores se quejan de que la distribución les presiona en precios para hacerlos más asumibles al consumidor. ¿Cree que es una estrategia adecuada para aumentar su consumo?
Como hemos comentado, el productor ecológico conoce lo que persiguen sus consumidores y lo lleva a cabo, con lo cual lo que debe plantearse la distribución es si quiere también seguir en esta línea. Tienen que entender que nosotros no podemos vender a pérdidas, porque necesitamos a muchas personas y no podríamos seguir cuidando el medio ambiente. En definitiva, es otro tipo de agricultura y requiere otro entendimiento con la distribución porque ser el más barato no es la cultura del producto ecológico. Trabajamos para ser cada día mejores y no más grandes. Porque nuestra filosofía va más allá de un producto, es una forma de hacer negocios, siendo leales, consecuentes, de confianza, porque si lo que buscan son productos baratos y ecológicos, igual se encuentran uno que no lo es. El consumidor que se identifica con los principios y valores ecológicos, por su parte, está dispuesto a pagar el valor real de la fruta, y significa que produzcamos dejando lo mejor para las siguientes generaciones y eso es más costoso que dejar una deuda a la sociedad por la contaminación, con los problemas de salud de la humanidad. Por supuesto que para cualquier consumidor el precio es muy importante, pero el de ecológico sabe que comprar a precios por debajo de coste es dejarle la factura a otros, como es la salud de la población a los gobiernos.
Hay voces que señalan que sería imposible que todo el cultivo fuera ecológico. ¿Qué opina sobre ello?
Es una pregunta muy necesaria porque hay gente que defiende que no se pueden cambiar los cultivos del convencional al ecológico y alega razones de productividad. “La humanidad no se alimentará con cultivos ecológicos”, dicen. Entonces, ¿la humanidad se alimentará con tierras estériles, cambios climáticos, pozos contaminados y una población enferma? La sociedad tiene que trabajar tecnologías limpias para producir alimentos y lo conseguirá, si se lo propone, como hemos hecho nosotros. Tanto es así, que hemos demostrado que se pueden alcanzar buenas productividades y mucha calidad, y todo con cultivos 100% ecológicos.