En la actualidad, el sector agroalimentario está experimentando una situación de saturación en el mercado local. Esta problemática se debe a diversos factores que afectan tanto a los productores como a los supermercados, tiendas de barrio y a los consumidores.
Por un lado, los productores se enfrentan a una creciente competencia en el mercado local. Las medianas y grandes empresas se encuentran en competencia directa con pequeños productores locales o nacionales, cuyos costes de estructura son menores que las empresas de mayor tamaño.
De otra parte, la falta de demanda global obliga a las empresas a intentar destinar parte de su producción hacia el mercado local, lo que provoca la saturación del mercado, reduciendo precios y márgenes en una situación actual inflacionista que no ayuda.
Ante esta situación en el sector agroalimentario es importante que los productores y empresas busquen nuevas formas de diferenciarse y aportar valor a sus productos. Esto puede lograrse mediante la innovación en los procesos productivos, la implementación de nuevas tecnologías, una producción más sostenible, comprometida con el medioambiente y de protección del entorno, así como la oferta de productos exclusivos y personalizados.
La falta de demanda global obliga a las empresas a intentar destinar parte de su producción hacia el mercado local
Ahora bien, desde la empresa nos surgen varias dudas: ¿Está el consumidor final español concienciado y a favor de todos estos cambios dentro de la nueva agricultura que está por venir? ¿O solo mira su bolsillo en estos momentos de inflación? Hay países en los que el consumo se ha reducido porque el consumidor ahorra para poder afrontar el pago de energía en el hogar para el invierno, y eso se ha notado en la disminución de la cesta de la compra en las verduras de importación.
Si bien es cierto que los lineales de los supermercados están valorando la producción local, con espacios exclusivos, esto a su vez supone una barrera de entrada para otros productores, ya que ofrecen exclusividad de suministro y también referencias de la propia zona geográfica, lo que limita la entrada a los supermercados de las empresas que no son de dicha región.
En mi opinión, el mercado local no puede absorber toda la oferta que sobra de la reducción de demanda europea, ya que supone aproximadamente un 10% de la venta total de las empresas respecto a Europa y en estos momentos la demanda nacional ya estaría cubierta. Por ello, es bastante difícil la entrada de empresas que hasta ahora han estado muy enfocadas a la exportación y solo cabría hacerlo, como he comentado anteriormente, con nuevas medidas diferenciadoras, y no está muy claro que el consumidor nacional lo valore en estos momentos.
