Entrevista a Álvaro Partida, responsable del Departamento Brexit, y Jesús Tovar, jefe de Operaciones Brexit de Partida Logistics.
¿Cómo han evolucionado las relaciones comerciales con Reino Unido tras la entrada en vigor del Brexit?
Álvaro Partida (A. P.): El intercambio de mercancías de todo tipo entre la Unión Europea (UE) y Reino Unido, en comparación con años anteriores, ha sido menor debido a la incertidumbre, circunstancias sanitarias y desinformación. A finales de diciembre, se vivieron momentos tensos en ambas fronteras que predecían que el Brexit iba a convertirse en un absoluto caos donde todos, empresas y ciudadanos, íbamos a sufrir las consecuencias. Sin embargo, el acuerdo in extremis del día 24 puso cordura y orden. De lo contrario, no quiero ni imaginarme lo que hubiera sucedido.
Las relaciones o la coordinación han ido mejorando con el objetivo de “no morir matando”. Por el camino ha habido dificultades y hemos superado obstáculos, ya que ninguno de los protagonistas estaba preparado para actuar ágilmente en el campo de batalla. Es más, dos semanas antes de que Reino Unido solicitara el Certificado Fitosanitario, dieron marcha atrás a sabiendas de que, potencialmente, los retrasos se iban a multiplicar tanto en origen como en destino por falta de medios, instalaciones, personal cualificado y práctica.
¿Cuáles son los principales problemas que siguen encontrando los exportadores?
Jesús Tovar (J. T.): Continúan estando confundidos con la información que debe aparecer en la factura comercial, confusos con los Incoterms y, sobre todo, desconocen los tipos de venta (firme o en consignación), que ahora sí deben comprender y aplicar a la hora de exportar a Reino Unido. Antes del Brexit, toda la cadena funcionaba con solo emitir un albarán de salida/factura proforma y el CMR. Pero desde el 1 de enero debemos cumplir los mismos trámites aduaneros que si exportáramos a Vietnam, Japón, EE. UU. o Canadá.
Entendemos perfectamente la animadversión que producen estos cambios en los diferentes departamentos de la empresa; la atención al detalle para evitar errores en la documentación, la carga administrativa adicional y la introducción en sus cadenas logísticas de los organismos para aduaneros (Soivre y Fito) son algunos de ellos. No obstante, mientras antes se familiaricen y acepten el nuevo escenario, más eficientes serán y no correrán el riesgo de perder negocio.
Como decía, Reino Unido ha decidido retrasar la entrada en vigor del Certificado Fitosanitario a 2022. ¿Hasta qué punto supone una traba para la exportación?
J. T.: Menos mal que se retrasó. Los exportadores y transportistas que sí conocen este certificado porque exportan o importan a/desde países terceros estaban completamente atemorizados del caos que se iba a producir. La implantación de este certificado requiere de medios, instalaciones, el doble de personal para gestionar las peticiones, soltura con el sistema y una ampliación de horarios que no se iba a producir. España exporta los 7 días de la semana, sin embargo, el organismo competente no opera los fines de semana o festivos. A la larga, se producirían colas interminables en las fronteras, entre otras consecuencias. No se puede pretender gestionar miles de tramitaciones al día con los mismos medios y personal cuando estamos hablando de los volúmenes de exportación no solo de España, sino de toda Europa. La expedición del certificado en sí no genera dudas ni trabas, lo tramitamos todos los días, pero hay deficiencias en el sistema que dificultan su rápida y correcta emisión.
«La aduana no es un obstáculo, sino un compañero de viaje con el que es mejor llevarse bien»
¿Están los puestos fronterizos preparados y dotados del personal necesario?
A. P.: En la actualidad, y con la entrada en vigor del Certificado Fitosanitario en 2022, ningún puesto fronterizo de ningún país europeo está preparado para la avalancha de mercancías con destino a Reino Unido, y mucho menos el propio Reino Unido, que tendrá que procesarlas en los diferentes puntos de entrada y salida. La solución no está solo en sumar medios, instalaciones o personal, sino en la elección de las mercancías que deberían estar sujetas a estos certificados y no a todas, prácticamente, como han solicitado.
Yo recomendaría a los exportadores que se formen de la mano de un Representante Aduanero sobre los procedimientos, que sean flexibles al cambio, negocien de antemano las condiciones de entrega de las mercancías y establezcan una comunicación eficiente con el transportista y el agente de aduanas. Si a esto le sumamos el minimizar el margen de error en la emisión de los documentos (factura y/o packing list) y, en caso de encontrar una incidencia, avisar rápidamente al agente de aduanas para solventarla, tendremos una buena base para comenzar.
Nuestra labor es muy compleja, lidiamos con 2-3 organismos diferentes, cada uno con su propia plataforma, horarios y peculiaridades. Luego, recomiendo que no vean a la aduana como un obstáculo, sino como un compañero de viaje con el que es mejor llevarse bien.
Recientemente pusieron en marcha un departamento especializado en Brexit. ¿Cómo está funcionando?
A. P.: Contratamos a ocho personas a principios de noviembre para formarlas y prepararlas en las “artes aduaneras”. El 2 de enero, pasamos de 0 a 100 en cuestión de segundos, cuando comenzó el envío de documentos, llamadas y correos, sin pausa ninguna. Las jornadas de trabajo eran interminables porque nos faltaba coordinación interna y agilidad en los trámites. Pronto nos dimos cuenta de que, con los volúmenes que manejábamos, necesitábamos más personal para ofrecer un servicio más ágil y mejor atención al cliente. Contratamos a siete personas más, formando un grupo de 18, trabajando de lunes a domingo, en turnos de mañana, tarde y noche. A partir de febrero, el ‘combo’ exportador – transportista – Partida ya estaba mejor engrasado, habiendo establecido pautas de comunicación y protocolos de actuación en línea con los diferentes escenarios posibles.
A día de hoy, nuestro equipo sigue intacto y disfrutamos de la confianza de pequeñas, medianas y grandes firmas. Estoy seguro de que acertamos invirtiendo recursos y tiempo en el Brexit. El período de transición está llegando a su fin y los organismos para aduaneros y la propia aduana están siendo más severos solicitando inspecciones físicas y más profesionalidad.