En el estudio Infolineal, realizado por Afrucat este año, se constataba que el 38% de las manzanas que se comercializaban en España eran de importación. Aunque se refería a un periodo donde había poca fruta de pepita nacional, esta cifra dejaba ver la importancia del producto de importación en nuestro país. Sin embargo, en los últimos años, se ha podido constatar que el consumidor le da cada vez más importancia al origen: “Conceptos como el km 0, la compra local y de proximidad son claras tendencias de mercado que han empujado a los supermercados a poner en sus lineales el producto nacional como estrategia de diferenciación”, señala Manel Simon, director de Afrucat.
En este sentido, desde la asociación consideran que el buen trabajo que se está realizando en la selección varietal, con nuevas propuestas de plantaciones en altura y en zonas más favorables para conseguir las cualidades organolépticas óptimas para la fruta, también favorecerá el reconocimiento de la producción nacional.
Otro de los atributos que hace escalar posiciones a la fruta española es que en pera, el consumidor valora el mayor dulzor de nuestro producto frente al de otros orígenes, mientras en manzana el carácter crujiente está más demandado, algo a lo que esperan que las nuevas variedades respondan y les permitan recuperar parte del mercado.
Respecto a las previsiones de esta campaña, Afrucat anuncia una posible reducción de la cosecha de manzana y pera por el granizo de principios de verano, mientras que a nivel europeo, se prevé una producción similar a un año estándar.•