Con más de 25 años de experiencia, Fresgarrido tiene como objetivo la máxima calidad de las fresas que cultiva. Ubicada en Palos de la Frontera, esta empresa familiar cuida la producción tanto en el campo como en la manipulación, algo que les permite diferenciarse de sus competidores: «Tenemos un control de calidad previo a la confección que se realiza manualmente; seguimos pesando y supervisando tarrina por tarrina de manera que ninguna fruta llegue al mercado en mal estado o no cumpla los requisitos de calibre», afirma el director comercial de Fresgarrido, Curro Martín.
Aunque el principal producto de la compañía es la fresa, desde hace algunas campañas apuestan por otras berries como el arándano. Así, de las 200 hectáreas de producción propia con las que cuenta Fresgarrido, 173 son de fresa y 27 de arándanos. Además, este año han dedicado una hectárea al cultivo de mora, para estudiar su desarrollo.
El adelanto de la campaña en cuatro semanas debido a las condiciones climatológicas provocó un exceso de producto en el mercado y como consecuencia un descenso de los precios, situación que no ha afectado a la comercialización de Fresgarrido. ¿La clave? La calidad de sus berries, avalada por los propios consumidores. «Es lo que nos diferencia». Tanto es así que Fresgarrido ha sido la primera empresa del sector distinguida con el Excellence Consumer, un certificado que otorga la Unión de Consumidores, a través de catas y distintos requisitos. «Es un sello que no es exigido, pero que aporta un valor añadido, y demuestra que nuestro producto es de máxima calidad. De hecho, la demanda por parte de nuestros clientes es mayor de lo que podemos ofrecer «, apunta el director comercial de la firma.
Variedades e innovación
Uno de los aspectos que caracteriza a Fresgarrido es su capacidad de adecuarse al mercado en cada momento de la campaña. «Trabajamos con cuatro variedades y en porcentajes muy igualitarios», indica Curro Martín. Como Fortuna, Primoris, Rábida y Candonga.
Asimismo, la empresa tiene como objetivo prioritario la innovación. Fueron pioneros en la implantación de los invernaderos de túnel alto y apuestan hoy por hoy por técnicas como el cultivo hidropónico o el tratamiento del agua con ozono, aspectos que les permiten ofrecer la mayor calidad.
No obstante, consideran clave avanzar también en el ámbito de la comercialización. En este sentido, la compañía trabaja de la mano de la Universidad de Huelva para evolucionar en los distintos usos de presentación del producto. «Actualmente se comercializa solo en fresco y para industria en (molido y congelado). Pero queremos trabajar, por ejemplo, en fresas envasadas al vacío, que puedan soportar mejor el transporte, o en desarrollar la venta online», señala Curro Martín.
JUAN HERRERA