La variedad ideal para Huelva será aquella que ofrezca precocidad, pero con producción durante toda la campaña, de primera calidad, siempre por encima de 9 grados brix, con fácil recolección, sin excesiva vegetación y resistente a plagas y enfermedades. Es evidente que a día de hoy, un material con todas estas características no existe, y es difícil que llegue a existir, por lo que el sector productor de fresa está obligado a trabajar con distintas variedades que de forma individual cubran esas necesidades. Por lo tanto, para que esa elección varietal sea exitosa, esta debe ser fruto del consenso de los departamentos de producción y comerciales. En el caso de Fresón de Palos, interviene también el propio Consejo Rector, implicándose totalmente en estas cuestiones. Es precisamente ésta una de las diferencias que podemos encontrar entre Fresón de Palos y otras entidades de la zona, como nos expone Alfredo Arcos, responsable técnico de la cooperativa: llevan a cabo una gestión varietal planificada y estudiada, donde los agricultores no son quienes marcan las variedades a cultivar. “Solo así podemos atender las demandas de los mercados, y lo que es más importante, no nos dejamos influenciar por los resultados de la campaña anterior, porque ningún año es igual”.
Arcos hace esta reflexión analizando los resultados con los que Huelva ha cerrado el ejercicio. Para el técnico, culpabilizar a las variedades de cuanto ha acontecido no es correcto, pues la buena climatología ha provocado un adelanto de las campañas europeas, no sólo de fresa, sino de una gama muy extensa de frutas, que han rivalizado con nuestras berries, dejándolas fuera del mercado. “Agronómicamente la campaña ha sido correcta, pero no hemos podido defender nuestra posición comercialmente. Por ello creo que debemos seguir confiando en la precocidad, porque es necesaria, pero también en nuevos materiales que poco a poco comienzan a despuntar”, añade.
Fortuna, Sabrina y A8162 (Rábida) son los materiales que el vivero de Fresón de Palos está multiplicando en Ávila, esperando alcanzar en total más de 70 millones de plantas. “Tenemos especial interés en Rábida, de Fresas Nuevos Materiales, una variedad de día corto, con muy buena calidad y producción, resistente a enfermedades y plagas, y una estructura de planta que facilita su recolección”, describe Arcos, confiando que además de por esta selección varietal, Fresón de Palos buscará de nuevo el éxito comercial trasmitiendo a clientes y consumidores su apuesta por la producción Sin Residuos, un ambicioso proyecto bajo el cual ya certificaron el año pasado 70 hectáreas, siendo a fecha de hoy, la única en ofrecer este valor añadido.
De cara a este ejercicio, continuarán con este programa de trabajo, exigente agronómicamente pero en el que confían plenamente.