Una campaña marcada por la inestabilidad del consumo. Coop. Virgen del Rocío
La incertidumbre continúa siendo la tónica general en el sector, si bien desde Virgen del Rocío afirman que la comercialización de la zanahoria de manojo se ha visto favorecida por el crecimiento de las ventas de los supermercados, canal prioritario durante la pandemia.
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Indecisión en los mercados, costes de producción en aumento, falta de personal cualificado… Son parte de los factores que, según David Arias, gerente de la cooperativa gaditana Virgen del Rocío, han enturbiado la campaña 2020/2021 de zanahoria de manojo, hasta el punto de convertirla en un ejercicio “complejo” marcado por la inestabilidad de la demanda.
“ La climatología adelantó la producción en enero, dificultando la comercialización de la zanahoria
Recuerda Arias que el inicio de la pandemia y el posterior confinamiento de nuestro país la primavera pasada apenas tuvieron consecuencias sobre la campaña de zanahoria. Este año, sin embargo, la situación es bien diferente: “Los precios están siendo más bajos, sobre todo por la incertidumbre a la hora de la venta”, afirma Arias, quien añade que, en cualquier caso, “toda la producción está saliendo”. El único escollo del ejercicio -que en el caso del manojo finalizará en mayo- fue, al menos de momento, el cuello de botella producido en enero. La benévola climatología del otoño adelantó las producciones y los volúmenes fueron inusuales para la fecha, restándole fluidez a la venta.
Abriendo mercados
Tras su integración en Unica, la cooperativa Virgen del Rocío continúa introduciendo su producto en nuevos mercados como, por ejemplo, Polonia.
El manojo es un producto de alto valor añadido y, como tal, con un precio de venta más elevado. Sin embargo, esto no ha supuesto un hándicap para su comercialización, muy centrada en las cadenas de supermercados, el canal que acaparó la mayoría de las ventas durante el confinamiento y, aún hoy, mantiene una importante cuota de mercado.
El principal hándicap al que sigue enfrentándose el sector son los elevados costes de producción de la zanahoria, sobre todo de mano de obra. “A las subidas del SMI tenemos que sumarle la dificultad para encontrar empleados cualificados para la recolección de los manojos”, comenta Arias, quien explica que “es necesario que el trabajador sepa hacer el manojo de un peso concreto, con las zanahorias de un determinado tamaño, que estén limpias…”.
Precisamente por ello, en Virgen del Rocío trabajan actualmente en la búsqueda de la maquinaria más idónea para automatizar la recolección en campo, de modo que puedan contrarrestar la subida de costes y mejorar su competitividad.