Un mercado central en crecimiento. MERCABARNA
Mercabarna, que negocia ampliar instalaciones, tiene en marcha las obras de su futuro Mercado Bio y la construcción de un Centro de Aprovechamiento de Alimentos.
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La actividad es frenética desde primeras horas de la mañana en Mercabarna. El movimiento de las mercancías se alterna con el de los compradores de todas las nacionalidades y las visitas de escolares, entre los que se promueve, junto con las asociaciones de mayoristas, una alimentación saludable. Este creciente dinamismo del Mercado Central de Barcelona, uno de los más importantes de Europa, obliga a buscar una ampliación de instalaciones atendiendo a las demandas de crecimiento de las empresas establecidas y las que desean situarse en este polígono alimentario.
El director general de Mercabarna, Josep Tejedo, hace balance y destaca que el mercado creció un 6,4% el pasado año, y en el mismo porcentaje lo hizo el sector hortofrutícola, hasta superar 1,8 millones de toneladas de producto comercializado. Del total de frutas y hortalizas comercializadas en el mercado se exporta el 30%, mientras que las importaciones se elevan al 29%. Asimismo, el director general afirma que “la afluencia de operadores europeos que acuden cada día a comprar a nuestro mercado, para luego abastecer de productos hortofrutícolas sus países, es cada año mayor”.
En cuanto a los proyectos de futuro, el responsable de Mercabarna indica que en el mes de diciembre se pondrá la primera piedra del Mercado Bio, que abrirá sus puertas en 2020 y será el primer mercado mayorista de España que comercialice alimentos ecológicos. Asimismo, dentro de su plan para reducir aún más el desperdicio, destaca la construcción de un Centro de Aprovechamiento de Alimentos (CAA), que repartirá 4.000 toneladas de producto fresco entre los colectivos desfavorecidos.
El director general responde por otra parte a la reclamación de espacio de los empresarios hortofrutícolas explicando que hace 10 años, Mercabarna y la asociación sectorial AGEM presentaron dos proyectos de modernización del mercado de frutas y hortalizas a los mayoristas. Uno de ellos suponía la construcción de un nuevo mercado con calles anchas, adaptado a la comercialización y la logística actual y futura; y un segundo proyecto remodelaba el actual recinto mejorando los aspectos imprescindibles. Después de años de debate, en 2014, los mayoristas del mercado se decantaron por la segunda opción, la remodelación del mercado existente.
Falta de espacio
Respecto al precio de los traspasos de los puestos de venta del Mercado Central de Frutas y Hortalizas, Tejedo explica que en este Mercado hay 442 paradas que están muy demandadas. “Por ello -aclara el director general- el precio de traspaso es más elevado que en otros mercados centrales donde hay puestos de venta vacíos”.
El director general sí admite que falta espacio en Mercabarna, pero no dentro de los mercados centrales, cuya oferta se adapta a la demanda existente, sino en la Zona de Actividades Complementarias del mercado, donde están situadas empresas que aportan valor añadido. “Por eso actualmente estamos negociando con el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, propietario de los terrenos colindantes a Mercabarna, más espacio para poder crecer”.
Los empresarios, contentos con la futura ampliación
Los empresarios instalados en Mercabarna, agrupados en la asociación AGEM, priman las luces sobre las sombras a la hora de hacer balance del mercado. Celebran el crecimiento, aunque se quejan de falta de espacio y de los altos precios. Como principal ventaja, destacan la concentración de la oferta, la situación estratégica y la especialización en grupajes, en el sentido de que los operadores pueden comprar aquí cualquier producto del mundo, agruparlo como mejor les convenga y enviarlo a cualquier destino.
Además, aplauden la modernización de las instalaciones comunes y la de las propias paradas de las empresas. Vicente Escandell, gerente de Frutas Escandell y directivo de la asociación empresarial, destaca que Mercabarna lleva años como primer mercado de Europa. Pese a la modernización, admite que la estructura es la de otra época, con calles estrechas entre pabellones, lo que dificulta el movimiento de mercancías. También señala que los precios de los traspasos están “por las nubes” por la falta de espacio disponible, así que celebra los proyectos de Mercabarna para ampliar el recinto.