Recorremos Ávila y Segovia visitando a viveros, algunos comerciales, como ellos mismos se denominan, otros pertenecientes a las propias cooperativas que producen y comercializan en bajura. Para unos y otros las preocupaciones son bien distintas. Mientras que los segundos se centran en llevar a cabo un buen manejo de la planta, controlar su crecimiento y que todo esté a punto para el momento del arranque, a finales de septiembre; los privados deben sumar a esa labor agrícola, la comercial. Pero no solo se trata de vender la planta, también cobrarla y es ahí donde están las dificultades. La sucesión de malas campañas en Huelva está provocando la demora en los pagos a los viveristas, quienes asumen costes como los royalties o el IVA de facturas que no cobran hasta muchos meses después, en el mejor de los casos. “Somos los nuevos bancos del sector, pues estamos financiando a los agricultores”, nos comentaba un reconocido viverista de Mozoncillo. Deben plantearse por tanto si no es el momento de depurar clientes y servir solo a aquellos con capacidad de pagar en unos plazos asumibles para todos.
Los viveros comerciales nos hablan de la tan ansiada planificación del cultivo. Ellos en enero deben solicitar a los obtentores la planta madre, y en marzo comenzar la plantación. ¿Pero qué cultivar, lo mismo que el año pasado, lo que en enero dice el agricultor onubense? ¿Y qué pasa luego si esas variedades no tienen el comportamiento adecuado y el agricultor al final no apuesta por ellas? Se producirá un desajuste entre lo que pueden ofrecer y lo que demanda el agricultor, y eso, como nos apuntan, trae nerviosismo y conflictos entre unos y otros.
La precocidad sigue creciendo
No vamos a plantear aquí sí la precocidad es una estrategia comercial buena o mala. Pero sí es cierto que tras reunirnos con algunos viveristas, son varios los que señalan que ésta y el sabor de la fruta no casan bien, sin embargo siguen multiplicando este tipo de variedades porque así lo demandan sus clientes.
Los obtentores aseguran que han sido precisamente esas variedades precoces las que mejor se han defendido en los mercados, pues han logrado evitar la concentración de la producción de la campaña de primavera. Pero ¿y el sabor, dónde queda? Aquí entra mucho en juego el manejo, dicen, que se haga de la variedad.
Se debate en estos meses previos al inicio del nuevo ejercicio sobre variedades y sobre cuál debe ser la apuesta del sector. Pero nos marchamos de Castilla y León con la sensación de que la próxima campaña todo seguirá igual. Confiemos pues, un año más, en la climatología, el buen hacer de los agricultores y la pericia de los comercializadores.
1 comentario en «Todo sigue igual en los Viveros de Altura de Fresa»
pienso que hay demasiada produccion,exceso de oferta en Europa.La calidad en Huelva esta conseguida pero lo que falla es la comercializacion….