Tenemos que apoyar la innovación con determinación. GRUPO CAPARRÓS
Pedro Caparrós. Director general del Grupo Caparrós.
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El consumidor ha pasado a ser el centro de la cadena de la innovación. Él es ahora quien dirige los cambios que se producen en la industria alimentaria en cuanto a los nuevos desarrollos de producto se refiere. Hay una tendencia a consumir alimentos más naturales, elaborados mediante procesos menos invasivos. Los motivos son la búsqueda de la salud y el bienestar, la voluntad de diversificar las fuentes proteicas de la dieta y razones éticas y medioambientales.
El consumo de alimentos envasados aptos para tomar directamente o mínimamente procesados, está relacionado con el ajetreado estilo de vida actual, en el que no se dispone de mucho tiempo para elaborar y consumir la comida. Hasta hace poco tiempo, la visión de los consumidores hacia este tipo de productos era antónimo a los conceptos de salud y bienestar. Para satisfacer las preferencias del consumidor, la industria alimentaria ha ido perfeccionando métodos para incorporar en sus productos ingredientes saludables y reducir aquellos peor considerados por los consumidores.
“ Los retos más importantes son la vida útil del producto y mantener todas sus cualidades organolépticas»
Otra tendencia es la búsqueda de productos sin determinados ingredientes, como es el gluten o la lactosa. Cada vez se demandan más productos free of all, es decir, libres de conservantes, aditivos, gluten… Esto responde tanto a la demanda de las personas que solo pueden consumir estos productos (a causa de alergias o intolerancias concretas), como para el resto de consumidores atraídos por lo natural/orgánico. En este sentido, existe un conjunto importante de clientes que creen que, aunque no necesitan productos libres de, estos son más saludables.
Por todo ello, el sector de la IV y V Gama debe afrontar ciertos retos, y los más importantes son la vida útil del producto y mantener todas sus cualidades organolépticas.
En definitiva, tenemos que apoyar la innovación con determinación y mediante un ecosistema favorable hacia dicha innovación. Debemos escuchar al consumidor para poder dar respuesta a lo que quiere y necesita, aunque, por supuesto, manteniendo siempre los más altos estándares de calidad y seguridad alimentaria.