Ante la creencia de que actualmente el producto fresco y en concreto las frutas y hortalizas representan un sector clave en el desarrollo de estrategias de la gran distribución nacional y europea, podemos afirmar que así es, pero que esto no evita que se sigan aplicando estrategias de precio a la baja en estos productos. Y es que el nivel de exigencia de las grandes cadenas es cada vez mayor para poder ofrecer al consumidor la máxima calidad y frescura, sin embargo, muchas veces no responden como deberían al valor del producto en origen.
En esta línea de ser los más competitivos en los lineales, la Gran Distribución a veces opta por adoptar un cambio de estrategia de negocio, realizando movimientos pendulares que les llevan de un extremo a otro, pasando del granel al empaquetado y de vuelta al granel.
De la misma manera, realizan cambios en sus modelos de negocio. Por ejemplo, en estos momentos, los hiper tienden cada vez más a la fórmula discount, mientras los discount están mejorando su imagen, con lo cual unos invaden el terreno de los otros generando confusión tanto en el proveedor como en el consumidor, puesto que modelos que anteriormente estaban claramente diferenciados, ahora se entremezclan.
Y todo esto obliga a los proveedores a un continuo cambio de método de trabajo, con diferentes inversiones y estrategias en continua adaptación al servicio de su cliente, la gran distribución.
Pero sin duda la renovación es algo necesario en toda entidad empresarial, con ideas que en muchas ocasiones revolucionan la sociedad y que no buscan otro objetivo que el fomentar el consumo de nuestras frutas y hortalizas. Por lo que nosotros, como proveedores, debemos responder en todo momento a las tendencias cambiantes de la Gran Distribución, con la confianza de que sean certeras en sus estrategias de negocio y el sector hortofrutícola continúe en la senda del desarrollo, como ha venido haciendo hasta ahora.