“No podemos torpedear nuestra propia agricultura”. DO KAKI RIBERA DEL XÚQUER
La incidencia del cotonet en el caqui valenciano arroja pérdidas de hasta el 30%, según la DO Kaki Ribera del Xúquer, que ya ha cancelado muchas acciones promocionales previstas ante la falta de producto.
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Un 30% menos, de momento
Las previsiones para la actual campaña de caqui en la Comunidad Valenciana evolucionan, prácticamente, a diario. “Calculamos que se podrían llegar a comercializar unas 80.000 toneladas frente a las 114.000 del pasado ejercicio”, afirma Cirilo Arnandis, presidente de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Kaki Ribera del Xúquer, quien aun así apela a la prudencia: “Debemos ser cautos y ver cómo evoluciona la campaña”.
Esta merma productiva ha obligado a la DO a cancelar muchas de las acciones promocionales previstas, que se retomarán más pronto que tarde, puesto que “el caqui es todavía un gran desconocido, tanto en España como en Europa”.
Soluciones para el cotonet
La incidencia del cotonet es la principal causante de este gran descenso productivo y, de hecho, “estamos trabajando a contrarreloj con la Consellería de Agricultura para encontrar soluciones”, explica Arnandis, quien llama al sector a ser paciente: “Las soluciones nunca son inmediatas, pero somos optimistas porque, en el pasado, nos hemos enfrentado a situaciones complicadas que se han superado con trabajo y la labor de los investigadores de la Generalitat”.
Llegado a este punto, valora la estrategia europea ‘De la granja a la mesa’ –“como consumidores, estamos a favor de reducir el uso de tratamientos químicos”-, pero no cree razonable plantear prohibiciones antes de tener soluciones. “No podemos torpedear nuestra propia agricultura y, con esta política, se pone en jaque al sector productor”, que demostró ser “de vital importancia” en los momentos más duros de la pandemia.
Un cultivo “con mucho recorrido”
El caqui ha experimentado un crecimiento vertiginoso en la última década, si bien el aumento de los costes de producción y su consiguiente pérdida de rentabilidad han provocado que su superficie se estanque, e incluso, caiga por el trasvase de hectáreas hacia otros cultivos. Aun así, Arnandis confía en que “es un cultivo que aún tiene mucho recorrido”. Recuperarlo dependerá de la mejora de su rentabilidad y también del aumento del consumo. Y es que, cualidades no le faltan: “Es una fruta que cada vez se aprecia más por sus valores nutricionales, así como por su homogeneidad durante toda la campaña, de modo que, cuando un consumidor compra caqui con el sello de la DO, siempre sabe lo que va a encontrar”, concluye.