Marymar, una marca de diferenciación y calidad. FRUTINTER
Frutínter suma 20 hectáreas de producción propia en una zona tradicional de Castellón, un proyecto de proximidad que cuenta con “agua de buena calidad”.
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Producción propia
La empresa cuenta con producción propia y asociada de melón y sandía en Almería, Murcia, La Mancha, Valencia y, desde este año, en Castellón, lo que otorga una diferenciación, pero no elimina la incertidumbre ante la evolución del mercado, dependiente del clima en destino y la volatilidad de los precios. Sin embargo, el director comercial, David Usó, es optimista: “Contamos con clientes fieles”, por lo que espera una campaña “beneficiosa para todos”.
Nuevo proyecto
David Usó anuncia la puesta en marcha de un proyecto de melones de proximidad, gracias a la producción propia en la zona de Castellón. “Hemos recuperado una zona tradicional de cultivo de melones, realizando una gran inversión”, explica. El proyecto se encuentra en la zona de ‘La Marjal’ de Almenara y La Llosa, “reconocida históricamente como unas de las mejores para cultivar melón”, donde Frutínter cuenta con 20 hectáreas dotadas de “agua de buena calidad”, lo que prevé que se traduzca en “un producto diferenciado en calidad y con altos grados de azúcar”. La empresa comercializará la producción cultivada en este enclave bajo la marca MARYMAR, ‘La Marjal es vida’, para poner en valor la proximidad entre el campo y la planta de confección, así como la recuperación de un entorno que estaba semiabandonado.
Abaratar costes y agua
La empresa busca reducir costes mecanizando el campo, aunque requiere de inversiones. Con ello, “buscamos maximizar la producción y aumentar la calidad del producto”, utilizando también la última tecnología en los almacenes, señala Usó. Recuerda que, en el futuro, la falta de agua determinará quiénes pueden producir y quiénes no pueden tener producto.