“La responsabilidad social, en el centro de nuestras preocupaciones”. PINK LADY
La manzana Pink Lady® no solo persigue la máxima calidad con una producción sostenible, sino también que cuide a su entorno social.
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Las marcas fidelizan al consumidor porque garantizan que el producto cuenta con una calidad que cumple con sus expectativas. Y no se consigue si no existe una diferenciación en el mercado y una producción controlada. Son los aspectos en los que se ha basado el desarrollo de la manzana Pink Lady®, que representa uno de los principales referentes de marcas de fruta a nivel internacional gracias a la creación de la Asociación Europea Pink Lady®, hace ya más de 20 años.
La diferenciación de Pink Lady® viene marcada por sus cualidades organolépticas, como su gran sabor aromático, equilibrio perfecto entre dulzura y acidez, carne/pulpa jugosa crujiente y atractiva coloración, que sigue un modelo único de producción y comercialización con un sistema que garantiza un precio justo para el agricultor, el intercambio de conocimientos y una fruta de calidad premium a través de estrictas especificaciones y control.
Todas estas características son altamente apreciadas por los consumidores y muestra de ello es el volumen de comercialización alcanzado en la última campaña 2017/2018, de unas 177.000 Tn. Alemania (50.000 Tn), Reino Unido (30.000 Tn) y Francia (22.000 Tn) son sus principales mercados y en países como Bélgica, Países Bajos y España (+de 7.000 Tn +17%), Pink Lady ha experimentado un importante crecimiento en ventas. Para 2025 espera alcanzar las 275.000 Tn. Tras este objetivo, Pink Lady® continúa con una estrategia de captación de nuevos consumidores con un potente e innovador plan de marketing y una atención de calidad estricta.
Compromiso social y medioambiental
Esta campaña también ha estado marcada por el compromiso que ha adoptado la Asociación en lo que a responsabilidad social se refiere, con numerosas acciones: el día Pink Lady®, Pink Lady® Talents, el programa Bee Pink, la presencia en la Feria Internacional de Agricultura de París y la movilización de numerosos profesionales y expertos en los grupos técnicos de producción bio. Además, cuentan con un enfoque de producción responsable: el 100% de los productores europeos de Pink Lady® están certificados en GLOBAL GAP o en Producción Integrada, que respeta la biodiversidad y combina prácticas convencionales y soluciones naturales extraídas de la agricultura ecológica.
“Todos estos valores, iniciativas y garantías cumplen con las expectativas de responsabilidad social de nuestros consumidores y marcas asociadas, y ahora, más que nunca, están en el centro de las preocupaciones de la marca”, comentan desde la firma.