La reforma inacabada de la PAC y su impacto en el sector hortofrutícola europeo
Clara E. Aguilera García, eurodiputada socialista. Miembro de la Comisión de Agricultura en el Parlamento Europeo.
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La permanente inestabilidad en la legislación comunitaria de la PAC no ayuda al futuro de los sectores agroalimentarios, con cambios sucesivos especialmente en las últimas dos décadas, dos por cada periodo vigente del Marco Financiero Plurianual.
En la pasada legislatura, la Reforma Hogan permanecía aún en el debate parlamentario por un lado, y en el Consejo por el otro, no siendo previsible su aplicación por los EE. MM. hasta finales de 2022 o principios de 2023. Por lo que ya estamos esperando un nuevo Reglamento de Transición previsto para su aplicación en 2021.
Sin embargo, fuera de toda esta inestabilidad normativa, se sitúa la Organización Común de Mercados en el sector de Frutas y hortalizas –OCM-, que ha demostrado una gran eficacia en el desarrollo de este sector a pesar de que obtiene poca financiación comunitaria con respecto a otros, a través de las llamadas organizaciones de productores de frutas y hortalizas -OPFH -. Por tanto, los pocos cambios ya se hicieron en el Reglamento Ómnibus y poco esperamos que se produzcan en la reforma inacabada actual. Es un sector que ha demostrado una gran competitividad, aunque la desigualdad entre los actores de la cadena alimentaria y la falta de reciprocidad en los estándares sociales y medioambientales en los Acuerdos Comerciales de la UE con países terceros están teniendo una incidencia negativa en este sector hortofrutícola.
En los nuevos objetivos y prioridades de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, a través del denominado New Green Deal, está el nuevo programa que marcará la acción prioritaria de la lucha europea contra el cambio climático.
La agricultura en general y el sector de frutas y hortalizas en particular deben ser la locomotora principal de este tren – permítanme el ejemplo – favoreciendo y adaptándose a los cambios que está exigiendo la ciudadanía actual de la mano de la investigación y la innovación. Cambios relacionados con la Economía Circular, un mejor uso de los residuos agrícolas, la reducción de emisiones y uso de pesticidas o el futuro del uso del plástico en algunos cultivos y envases; todo ello sin perder de vista la necesaria competitividad que necesitan las empresas y los agricultores.
Sé que este sector de frutas y hortalizas lleva tiempo trabajando en nuevas propuestas para atender las demandas de la sociedad actual, solo me gustaría recordar que estos cambios son más urgentes y que debemos aprovechar las sinergias y financiación que ofrezca este nuevo Programa Verde o el nuevo programa Horizonte Europa, es una gran oportunidad.