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La inversión, la clave para mejorar y seguir creciendo

Los agricultores apuestan por variedades más rústicas y productivas, mientras las empresas comercializadoras buscan una mayor eficiencia, abaratar costes y aumentar las ventas.

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Variedad de Melón Syngenta Graciano

El aumento de la superficie de sandía cultivada, en detrimento del melón, unido al menor número de fitosanitarios para el manejo de ambas frutas, los efectos del cambio climático y los cambios en las tendencias de los consumidores están incidiendo en la investigación y el desarrollo de nuevas semillas, así como en la forma de producir y comercializar cada producto.
La comercialización de melón y, sobre todo, de sandía, depende en gran medida del clima en destino. Si las temperaturas son relativamente bajas, el consumidor opta por otras frutas, con lo que el sector se resiente, se produce un exceso de oferta y la consiguiente caída en el precio. Como este es un factor externo y, por tanto, imposible de controlar, los productores acuden a los parámetros tangibles: como el año pasado fue positiva la campaña de sandía, la tendencia a su cultivo es ascendente.

Adaptación y diferenciación

Sin embargo, los productores de melón no renuncian a seguir suministrando esta fruta al mercado, eso sí, cada vez con nuevos criterios, en busca de mejorar la calidad, una mayor diferenciación que haga que el consumidor repita, fidelizando al cliente, apostando por la innovación y variedades productivas, de fácil manejo para el agricultor y buena rusticidad, es decir, que se adaptan a la actual coyuntura de escasez de agua, temperaturas extremas y suelos cansados. Además, el sector avanza para consolidar que haya oferta de melón los doce meses del año. En este sentido, se han desarrollado variedades en melón, como Don Gregorio, de Sakata, que vienen a completar el calendario, para cultivar en invernadero (Almería y Murcia), al igual que realiza Enza Zaden con su gama de Piel de Sapo, Galia, Amarillo y Cantaloup.

Por su parte, los productores de sandía apuestan por un buen nivel de azúcar, pulpa crujiente, diferentes calibres y aprovechar la tendencia de servir al corte para adaptarse a los diferentes tipos de familias de consumidores.

Se han desarrollado variedades de melón para completar la oferta en
el mercado durante los doce meses

Placas solares y alianzas

En paralelo, las empresas comercializadoras están invirtiendo en maquinaria y mejoras tecnológicas para abaratar los procesos y contrarrestar el auge de los costes sobrevenidos desde la crisis de la guerra en Ucrania y la espiral inflacionista. De esta forma, se están modernizando y ampliando numerosas instalaciones para continuar creciendo en ventas, ya sean nacionales o en el exterior, a la vez que se está extendiendo la opción de instalar placas solares para reducir la factura eléctrica y ser más sostenibles.

Otra fórmula para sobrellevar esta situación de incertidumbre ante el futuro, sobre todo, por la escasez de agua para riego, una de las principales preocupaciones del sector, pasa por buscar alianzas, ya sea mediante uniones para concentrar la oferta o mediante acuerdos comerciales para optimizar la distribución y obtener mejores precios de venta.

Entre los retos pendientes para seguir creciendo están la mejora de la cualificación de la mano de obra para lograr una mayor eficiencia en los procesos, así como garantizar el relevo generacional, para lo que se necesita el apoyo y medidas contundentes por parte de las diferentes Administraciones. Además, la Interprofesional del sector aboga por no cortar en verde, estableciendo una extensión de norma, e incrementar la promoción aprovechando los fondos europeos para ello.

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