La eficiencia como máxima para ganar cuota de mercado. FRUTAS ESTHER
Para Frutas Esther, el sector productor de uva de mesa debe ser más competitivo para hacer frente a la nueva situación económica, además de al aumento de la oferta europea.
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La crisis sanitaria no solo ha alterado el día a día de las empresas hortofrutícolas, sino que incluso ha dado al traste con sus planes de futuro que, en casos como el de la firma murciana Frutas Esther, pasaban por la exportación de su uva de mesa a China. Este proyecto, de momento, ha quedado en stand by. “No hemos iniciado las exportaciones debido a la incertidumbre en los puertos por el COVID-19”, afirma su gerente, Gerardo Gómez, quien avanza que tampoco se plantean introducir su producto en Vietnam, mercado que prácticamente acaba de abrir sus puertas a las empresas españolas. “Asia como destino puede tener sentido en un clima de mayor estabilidad que el actual”, insiste.
A nivel interno, la crisis sanitaria ha traído consigo un aumento de los costes de producción derivado de la implementación de los protocolos y medidas de seguridad necesarios para proteger la salud de sus empleados en campo y almacén, y continuar abasteciendo a sus clientes. Y llegado a este punto, Gómez lamenta la “falta de comprensión” por parte de algunos clientes, que “no se han dado cuenta de nuestro esfuerzo”.
La previsible recesión económica, por un lado, y el aumento de la oferta de uva de mesa a nivel europeo, por otro, hacen que el sector necesite ganar en eficiencia para ser más competitivo. En este sentido, Arnold Heemskerk, comercial de la compañía, explica que países como Grecia están en disposición de ofrecer su producto a un precio más bajo en las mismas fechas que la producción española, de ahí que sea la preferida de la distribución. “Es cada vez más importante reducir los costes de nuestro producto para que las cadenas de supermercados nos elijan a la hora de hacer promociones”, insiste Heemskerk.
«Están introduciendo sus uvas Gominola con éxito en el mercado nacional»
Para lograrlo, Frutas Esther trabaja para mejorar la eficiencia en todos sus procesos, empezando por el campo, con el ahorro de agua de riego. Además, está finalizando un cambio varietal que les va a permitir introducir en los mercados uvas más sabrosas y sostenibles, que “es lo que nuestros clientes demandan”. Pero no piensan quedarse ahí, sino que continúan buscando las mejores variedades en los distintos colores y para cada momento de la campaña.
Su novedad este año son las uvas Gominola, muy dulces y que están comercializando con éxito en el mercado nacional. “Estamos muy ilusionados porque nos estamos dando cuenta de que este es un mercado muy interesante para este tipo de uva y que a veces no atendemos como se merece”, concluye Heemskerk.