“Hemos conseguido que Europa pague más por el mango de Málaga”. REYES GUTIÉRREZ
La campaña de mango de malagueño ya estará en marcha cuando se publique este artículo, pero las buenas expectativas ante unas perspectivas que se espera sean de récord, no pierden la vigencia de la noticia sea la fecha que sea.
Comparte
Incertidumbre
Muchas voces plantean, ante el conjunto de amenazas con las que vive la agricultura y en particular el sector de tropicales, si la rentabilidad puede verse afectada. Sin embargo, desde Reyes Gutiérrez, y con Juan Antonio Reyes, como su gerente, descartan tal debate: “Sí es un cultivo rentable, pero cada vez los márgenes están más ajustados”, comenta. Por una parte, el incremento de los insumos o una energía aumentada casi al triple; y, por otro, una falta de agua cuyas alternativas con la desaladora provocarán un mayor aumento del coste de producción “hace que el sector viva en una continua reinvención para seguir siendo rentable y competitivo”, apunta Reyes.
Mango
En esta campaña, el sector prevé que se vuelva a batir un récord de producción y se alcancen las 35.000 Tn, cifra que se traduciría en una subida cercana al 25% para la compañía Reyes Gutiérrez. La falta de agua va a provocar que haya, paradójicamente, ese mayor volumen de mango, pero igualmente el calibre disminuirá, lo que propiciará que los mercados puedan comercializar mejor. Este año, será una realidad el sello Mango de Málaga como una forma de defender y aunar los intereses de un mismo origen. Explica Juan Antonio Reyes que, “en estos años, hemos conseguido que nuestro mango pase de ser un porcentaje muy residual a que, en campaña, sea el más demandado por su calidad y se pague a un mejor precio”.
Agua
El sector maneja principalmente la alternativa de las desaladoras a una situación cada vez más preocupante, sobre todo en el Valle de Vélez, donde un agonizante pantano no tiene capacidad de regeneración en una situación de sequía. Conscientes de que esto supondrá un mayor coste, Reyes asume que es el peaje que tendrán que pagar para que la producción de la zona no desaparezca.