Los aforos apuntan a una producción nacional de más de 7 millones de toneladas. ¿Cómo cree que se va a desarrollar la campaña?
Los aforos muestran una recuperación de los volúmenes con esos 7 millones de toneladas, pero hay que decir que los calibres pequeños están ahí, fundamentalmente en fruta temprana y de media estación. De hecho, AVA-Asaja ha solicitado a la Consellería de Agricultura de la Generalitat Valenciana la retirada de 250.000 toneladas de mandarinas y naranjas pequeñas para revitalizar el mercado en fresco. Esto implicará que la industria del zumo juegue un papel muy relevante, si no el que más. Por otro lado, el acuerdo UE-Sudáfrica solo ha beneficiado a estos últimos y nuestro sector está siendo desplazado por productos sin arancel y con los riesgos fitosanitarios conocidos por todos. Estamos cansados de que la UE no exija condiciones de reciprocidad. Un año más, se ha perdido gran cantidad de mandarinas tempranas como consecuencia, principalmente, de este acuerdo. Otras amenazas son el Brexit y las turbulencias monetarias. No debemos olvidar que Reino Unido es el tercer país en importancia para España, con un consumo de casi 300.000 toneladas por campaña, y que su salida de la UE supone pasar a ser país tercero. Por lo tanto, veo una campaña complicada en la que el sector tendrá que tirar de la máxima profesionalidad.
“ La industria del zumo jugará un papel muy relevante esta campaña»
Algunas empresas están proponiendo un cambio del calendario de producción para hacer frente a la competencia. ¿Están preparados para ello?
Entiendo esa postura, siempre y cuando no signifique claudicar a las decisiones erróneas de la UE. El sector debe seguir reclamando a nuestros gobiernos que negocien condiciones de reciprocidad laboral, social y de sanidad vegetal con aquellos países terceros con los que la UE firma acuerdos preferentes. Asimismo, se debe solicitar, una vez más, que se revise el pacto con los países africanos, ya que permite alargar del 15 de septiembre al 30 de noviembre el período en el que pueden vender sus cítricos a la UE sin pagar aranceles, coincidiendo con la campaña citrícola nacional.
¿En qué situación se encuentran las nuevas variedades de mandarinas?
El sector está haciendo un gran trabajo y de todos es conocida la hegemonía de TANGO® y ORRI® como últimas variedades emergentes que fortalecen nuestra citricultura. Por otra parte, hay grupos que están constantemente evaluando nuevos genotipos de sus programas de mejora, de modo que pronto mostrarán novedades.
La inestabilidad monetaria en países como Egipto y Turquía puede conducir a una mayor competencia en Europa, con fruta a precios muy bajos. ¿Cómo tiene el sector que hacer frente a esta situación?
Estamos hablando de dimensiones macroeconómicas y el sector citrícola poco puede hacer a este respecto. Las depreciaciones suponen, en la práctica, una inyección de competitividad al sector exterior de ese país, puesto que súbitamente se abaratan sus productos en el extranjero. En el caso de Egipto, que con el abaratamiento de sus costes ha disparado sus exportaciones de cítricos a la UE, no solo compite con nuestro producto, sino que además actúa sobre otros destinos de nuestro interés como China, como dice el informe del Comité de Gestión de Cítricos (CGC), pudiendo consolidarse como el primer proveedor de cítricos de este país, amenazando nuestras otras opciones. Estos países compiten con exigencias laborales, sociales y medioambientales más bajas y ahora se suma una moneda más débil que les permite vender más barato. En este sentido, hay que seguir insistiendo en que se extremen los controles fitosanitarios y de calidad en las fronteras.
De las amenazas fitosanitarias actuales, ¿cuál es la que más le preocupa?
Sin duda, el Huanglongbing (HLB), que mata y destruye el cultivo. Y lo que es peor, todavía la sociedad científica no tiene una solución. De momento, no está presente en la UE, pero sí uno de sus vectores, la Trioza Eritreae, que lleva años en las Islas Canarias y ahora avanza desde el sur de Galicia y noroeste de Portugal hacia el sur, encontrándose ya a pocos kilómetros del área citrícola onubense. Evitar la introducción de material vegetal sin control fitosanitario es lo mejor que podemos hacer.
