¿Hacia dónde quiere ir el tomate español?
El sector hortofrutícola nacional finaliza 2020 marcado por una pandemia mundial, y para el tomate, el pasado fue además el año en el que Marruecos superó por primera vez a España en exportación.
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Se agrava así una situación que, lejos de revertirse, podría agudizarse aún más; de hecho, la Comisión Europea (CE) afirma en su Informe de Perspectivas Agrícolas que la producción española de tomate podría caer un 20% en el horizonte 2030, a la vez que se produce un aumento continuado de la importación.
El tomate nacional ha visto cómo se ha ido reduciendo en los últimos años el número de hectáreas, apreciándose además un trasvase de superficie hacia otros cultivos como consecuencia de su pérdida de rentabilidad.
Cifras 2020
56.721 ha, superficie (-0,4% – 2019)
4.238,118 Tn, producción (-15,2% – 2019)
726.637 Tn, volumen exportado (-8% – 2019)
912,4 millones €, valor de las exportaciones (-1% – 2019)
Factores de pérdida de rentabilidad
Aumento de costes
El precio medio del tomate cae respecto a la pasada campaña cerca de un 8%, excepto para el cherry, que se mantiene en cifras similares al año anterior. De igual forma, el valor de la producción disminuye respecto a hace un año, arrastrado por la bajada de precios y volumen.
A ello hay que añadir que, en apenas dos campañas, el coste de la mano de obra ha pasado de suponer el 40% al 45,4%. Este crecimiento tan pronunciado (desde la campaña 2000/2001 apenas habían subido 7 puntos, 33,1%) se debe casi en su totalidad al aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de los últimos dos años, según recoge el último Análisis de la Campaña Hortofrutícola de Almería, elaborado por Cajamar.
Inestabilidad de precios ante la fuerte competencia internacional
El tomate español es una de las hortícolas con una mayor competencia internacional. No solo de Marruecos, sino también una de Holanda, Bélgica o Francia, que han ampliado sus calendarios de producción, provocando los altibajos de precio observados a lo largo de la campaña.
Centrándonos en Marruecos, con un calendario de producción muy similar al español y siendo el principal competidor en producción y comercialización de tomate en la Unión Europea (UE), ha aumentado sus ventas un 18% en las 4 últimas campañas, mientras que Almería (principal zona de producción nacional), las ha visto reducidas en un 25%. Según los datos del ICEX, las exportaciones de tomate fresco marroquí (424.000 Tn) de septiembre de 2019 a agosto de 2020 a la UE de los 27 superan por primera vez a las almerienses (371.000 Tn), fruto del descenso progresivo de las ventas del producto nacional en las últimas campañas. Como consecuencia, el valor de las exportaciones marroquíes de tomates frescos a la UE ha sido un 14% superior a las almerienses, alcanzando los 524 millones de euros frente a los 452 millones de Almería.
Por contra, se prevé que las exportaciones comunitarias se mantengan estables, debido al aumento de la autosuficiencia en Rusia y a que los mercados alternativos son limitados.
Productividad
Esta no logra incrementarse de forma significativa ante la incidencia de plagas. De hecho, si se observa también el análisis de las estadísticas ofrecidas por la FAO (Faostat), se deduce que el rendimiento por metro cuadrado cultivado de tomate en Marruecos supera al conseguido, de media, en España; mientras que el de los Países Bajos multiplica por seis al de nuestro país. Con datos de 2018, España produjo una media de 8,5 kg/m² de tomate, cifra que subió hasta los 8,83 kg/m² en Marruecos, y los 50,89 kg/m² en los invernaderos holandeses.
España, pese a ser el productor líder histórico de tomate europeo, ha perdido su posición de privilegio, primero por el modelo productivo de Holanda, más tecnificado y rentable; y segundo, por los precios y también la alta productividad de Marruecos. Es más, ambos países competidores incluso han cerrado acuerdos entre sí de transferencia de conocimiento. Ante este escenario y la evidente disminución de superficie, España debe ubicarse y posicionarse en la dirección que quiera alcanzar en los próximos años.
ANÁLISIS DAFO DE PAISES BAJOS Y MARRUECOS FRENTE A ESPAÑA
ESPAÑA VS PAÍSES BAJOS | ||||
AMENAZAS | FORTALEZAS | DEBILIDADES | OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA | |
1 | ACUERDOS COMERCIALES (MARRUECOS) | ALTA TECNOLOGÍA PRODUCTIVA E INNOVADORA | ALTAS INVERSIONES ECONÓMICAS | COLABORACIÓN INVESTIGADORA |
2 | PRECIOS COMPETITIVOS | CAMPAÑA 12 MESES | ESCASEZ DE AGRICULTORES | MAYOR PRESIÓN CONTROLES FRONTERIZOS |
3 | AUMENTO CUOTA EN EUROPA | MEJORA GENÉTICA CONTINUA | RETORNO DE LA INVERSIÓN | REPLICA MODELO ORGANIZATIVO |
ESPAÑA VS MARRUECOS | ||||
AMENAZAS | FORTALEZAS | DEBILIDADES | ||
1 | ESCASOS CONTROLES FRONTERIZOS | ACUERDOS COMERCIALES (REINO UNIDO, PAÍSES BAJOS) | SEGURIDAD ALIMENTARIA | |
2 | MANO DE OBRA MÁS BARATA | CLIMA FAVORABLE | INNOVACIÓN | |
3 | INCREMENTO DE SUPERFICIE | ALTA INVERSIÓN EXTRANJERA | LEGISLACIÓN EUROPEA |
Para conocer las oportunidades del tomate español frente a Marruecos hablamos directamente con el sector.
- ¿Cómo se puede competir con Marruecos?
- ¿Qué alternativas tiene el sector?
- ¿Estamos ante el principio del fin del cultivo?
Jose Manuel Fernández Archilla, director gerente de Vicasol S.C.A.
1| Competir con Marruecos es difícil, pero estamos obligados a ello. Sus costes de producción, sobre todo los laborales, son muy inferiores a los nuestros, y esto hace que año a año estén ganando terreno. Además del tema costes, existen otras cuestiones de legalidad comunitaria que no cumplen, y mientras nuestras autoridades miran para otro lado.
2| Cada día el mercado demanda variedades más pequeñas y con más sabor, y esto es lo que tenemos que darle al consumidor europeo. Debemos hacer un esfuerzo para llevar al consumidor no solo el producto, sino también comunicarle que ha sido cultivado en Europa bajo las más estrictas normas de calidad y seguridad alimentaria.
En cuanto a la superficie, paso que demos atrás en Almería, paso que darán ellos adelante. Por tanto, hay que hacer un especial esfuerzo para ser más rentables con unos precios más contenidos.
3| En muchas ocasiones, y por los precios a los que venden en el mercado, las propias empresas marroquíes pierden dinero. No creo que esa sea una actitud demasiado sostenible y que puedan mantener indefinidamente. Debemos seguir compitiendo con ellos; si lo hacemos bien, podemos estar a la altura y plantarles cara. Creo que en Almería hay tomate para rato.
Juan Segura, presidente Coprohníjar
1| En igualdad de condiciones es posible; si las autoridades no controlan, es imposible. El contingente se salta cada vez que tienen producto disponible, por lo tanto, estamos en una posición desfavorable y desde Europa no se quiere atajar este tema, son parches.
2| Creo que hay que potenciar el bio, ofrecer servicio, calidad y seguridad alimentaria, ahora más que nunca. Debemos seguir con la innovación varietal que ya hacemos en España, pero es frustrante tratar de innovar y que a continuación te copien. Si existiese ese equilibrio competitivo que demandamos seríamos más optimistas.
3| Produce mucha impotencia tratar de hacer bien las cosas y que, por causas ajenas a nuestro trabajo, no se cumpla lo establecido, por ejemplo, con los cupos de entrada. Se juega mucho con la agricultura como instrumento político y esto nos hace estar en una posición desequilibrada.
Andrés Góngora, responsable de Frutas y Hortalizas de COAG
1| Es imposible competir con Marruecos en esos términos de precio y con costes mucho más bajos, no hay lugar para una igualdad de condiciones. Marruecos negocia de manera sucia y tramposa. El acuerdo con la UE, que ya de por sí es desfavorable para España, es peor si no se cumple, y es lo que está sucediendo. No hay voluntad política para regular esta situación, existe un chantaje diplomático con muchas variables sobre la mesa que presionan a Bruselas en nuestra contra.
3| No hay una reconversión para los productores nacionales, por lo que debemos trabajar para que el producto sea defendido por nuestras autoridades, empezando por el etiquetado, la promoción del origen es fundamental. E insistir a los consumidores de la UE para que valoren la calidad del producto europeo”.