El clima no favoreció el desarrollo de las frutas tropicales del Mediterráneo español en la pasada campaña, ya que las fuertes lluvias acaecidas durante la época de floración provocaron una acusada disminución de la producción de aguacate y de mango, ésta última en un 30%, y las granizadas mermaron de forma importante la cosecha de chirimoya. En total, la producción de 2013 fue de 40.700 Tn de aguacate, 12.000 Tn de mango y 36.000 Tn de chirimoya.
Pero el factor meteorológico no fue el único enemigo al que los productores debieron hacer frente, ya que los robos de fruta en campo se han convertido en un hecho frecuente a lo largo de la época de recolección. Desde el sector se ha solicitado una mayor vigilancia por parte de las administraciones y una reforma en materia legal, para que el hurto pase a ser delito, y que los autores de los robos no salgan impunes, ya que la sustracción de mercancía, por poca que sea, supone el esfuerzo de todo un año de trabajo del agricultor.
Con el fin de velar por sus intereses, el sector creó el pasado año la Asociación Española de Productores de Frutas Tropicales (APROFRUTA), que entre otros objetivos, se marca la creación de una Denominación de Origen para el aguacate y el mango de la costa andaluza, la principal zona productora a nivel europeo, para diferenciar la alta calidad de estas frutas en el mercado. Una calidad que se hizo patente en la pasada campaña en la que tuvo una gran demanda, hasta el punto de que la escasa producción obtenida no le permitió responder al mercado europeo, lo que plantea la necesidad de seguir aumentando la superficie de cultivo de estas frutas tropicales, en especial tras conocer la apertura del mercado estadounidense al aguacate español.
EEUU abre sus puertas al aguacate español
El pasado 31 de enero entró en vigor la autorización por la que EE.UU. permite la importación de aguacate de nuestro país, lo que ofrece a nuestros operadores más posibilidades de diversificar mercados y ampliar sus ventas. EE.UU. representa un gran destino ya que su demanda de aguacate, de 800 millones de kilos al año, triplica a la europea. Esta medida viene a equilibrar el mercado, según fuentes del sector, puesto que Chile y Perú podían vender en EE.UU. y en Europa, pero España no podía hacerlo en el país norteamericano hasta ahora. “Las condiciones que ha establecido EE.UU. para la exportación de nuestra fruta son asequibles de cumplir y estamos ante una oportunidad muy grande”, indica en una entrevista el Presidente de APROFRUTA, José Linares.
A pesar de que esta nueva autorización puede significar un impulso para el aguacate español a nivel comercial y productivo, al tratarse de un país de gran consumo que recurre a terceros países para satisfacer su demanda, hay que ser cautelosos, porque cuenta con proveedores consolidados como México, Chile y Perú, además de su producción y porque nosotros tenemos una desventaja geográfica que incurre en elevados costes logísticos. Así como afirma el presidente de Trops, Enrique Colilles, “en principio no va a haber un gran volumen de negocio, porque allí existe producción propia, además de emisores muy asentados”.
Fruta ‘ready to eat’, objetivo alcanzado
Una de las metas más perseguidas por el sector productor es recolectar la fruta en su momento óptimo de maduración, lo que determina el sabor, un factor esencial en la decisión de compra del consumidor. La cercanía de los mercados de destino ha ayudado a alcanzar este fin al poder ofrecer fruta que ha madurado en el árbol. Es por ello que la oferta tropical española juega con ventaja con respecto a la de ultramar, en relación al mercado europeo. Así, entidades de la zona tropical están poniendo en marcha diferentes estrategias, como la empresa Reyes Gutiérrez, que ha instalado tecnología de última generación para ofrecer a sus clientes una maduración a la carta; Tropical Millenium, que piensa lanzar aguacate premadurado, “ready to eat” para responder a la demanda del consumidor o Agrojete, que ha dispuesto cámaras frigoríficas con avanzados sistemas de refrigeración que le ayuden a alcanzar a la fruta su temperatura óptima de conservación. Y es que la calidad ha sido un compromiso unánime por parte de todo el sector, que parece estar obteniendo los resultados esperados ya que actualmente la demanda europea supera la oferta.
Por ello, las miras están puestas ahora en incrementar la cuota de exportación, especialmente en la chirimoya, a través de nuevas inversiones que vienen a mejorar la logística, el calibrado y los productos que prolongan su conservación. Además, la IV y V Gama se presentan como una línea de negocio alternativa en la que están trabajando cada vez más, contribuyendo al desarrollo del comercio internacional.