Enclavada en plena comarca de El Condado onubense, la firma El Pilonar, ha sabido conjugar su saber hacer en el campo en la obtención de una fruta de óptima calidad, con las exigentes demandas actuales de los mercados internacionales en cuanto a presentación, sostenibilidad y servicio, a los que exporta el 95% de su producción. Alemania, Italia, Reino Unido, Francia son sus principales países de destino, seguidos de Portugal, Holanda, Austria, Suiza… y puntualmente Oriente Próximo y Rusia.
Dirigida por la familia Alfaro, desde sus inicios hace ya casi 30 años, han centrado sus esfuerzos en la diferenciación, siempre a través de la calidad de sus productos. Para ello, clasifican exhaustivamente su fruta, “si no tiene la calidad óptima, no la mandamos”, apunta el gerente de la empresa, Manuel Alfaro, y, seleccionan aquellas variedades que les aportan valor, contando con una amplia gama que cubre toda la campaña: Fortuna, San Andreas, Splendor, Rábida, Candonga, Sabrina, Primoris… cubriendo 79 hectáreas de fresa, a las que se suman 53 has. de arándano y 4 de frambuesa.
En la línea de ofrecer el mejor producto, también cumplen con los requerimientos medioambientales de sus clientes, con certificaciones como Global Gap, Tesco Nurture, BRC, Producción Integrada, IFS, LEAF, así como Producción Ecológica en arándano. Además, para esta campaña han comenzado a trabajar en el programa Food Chain Partnership de Bayer.
En la actualidad, con el fin de mejorar aún más si cabe su posicionamiento en el mercado, El Pilonar ha formado una OPFH con otras cuatro entidades de la zona, Agromolinillo, Lujovi, La Condesa y Picabol, apostando así por la concentración para realizar promociones conjuntas y velar por los intereses del sector.
Y es que para los hermanos Alfaro, la unión es fundamental en el sector, especialmente hoy por hoy ante el grave problema del agua de la comarca que pone en riesgo el futuro económico de la zona: “Tenemos que hacer lo posible por conservar la legalidad de nuestras producciones, que llevan explotándose desde hace décadas y tanto nos han ayudado a desarrollarnos profesionalmente”, comenta al respecto Manuel, muy indignado por la incertidumbre y la falta de voluntad existente por parte de las administraciones.•